14/01/2013

LA DULCE FRAGANCIA EN VIEJAS VASIJAS DE BARRO


Un día mientras caminaba cerca en la ciudad de Sófia, Bulgaria, (Bulgaria es conocida en el mundo por su fragancia de las rosas) yo miré un rotulo que decía: “ Los viejos pescadores nunca mueren, Su olor  es de muerte!”  El rotulo me recuerda a la cristiandad carnal que siempre tienen ese olor de la muerte.  Tienen mal olor. Tienen una hediondez repulsiva.

Sin embargo. hay  algo fresco y agradable  cuando una  bella jovencita entra al cuarto usando la  loción  Chanel  #5.  El aroma no te da más poder, pero cuando ella se vá la fragancia dulce  penetra en ti por unos instantes.  Tu puedes sentir la misma fragancia en otra persona días después y eso te recuerda  aquella  bella joven  . Asi es  con una cristiandad autentica. Aquellos quienes aman al Señor Jesús exhalan una amorosa aroma.

Esa distintiva y dulce aroma es el Espíritu de Dios imprimiendo su fruto en las vidas de los creyentes.  Hay congregaciones llenos del  Espíritu alrededor de todo el mundo que tienen esa fragancia distintiva de la presencia de Cristo llenándoles.  Es un Bouquet rico del fruto del Espíritu.

Recientemente estuve en el funeral de un cristiano amado cuyos caminos con Cristo fueron como un Bouquet rico que producía su fragancia.  Yo pensé que palabra  describiría a este bello santo?.  Mi mente inmediatamente reflejó en amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio.

LA CRISTIANDAD AUTENTICA  SIGUE AL LIDER (II Corintios 2:14)

El apóstol Pablo figura a Cristo a la cabeza de la procesión de la victoria, y nosotros le seguimos a El en celebración triunfante como el vencedor universal. El es el Rey de Reyes y Señor de Señores.

Pablo escribió, “Pero gracias a Dios, que hace que siempre triunfemos en Cristo y que manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento por medio de nosotros ”(II Corintios 2:14).

Pablo tuvo en mente el Triunfo Romano.  La ilustración es la entrada triunfal de un héroe militar a la ciudad de Roma.  En una procesión triunfante los generales de victoria marcharon en un cierto orden por las calles de  Roma al Capitolio.  Primero vinieron los magistrados, oficiales del Estado seguidos por el Senado Romano y después los de las trompetas.  Por ultimo iban los soldados quienes llevaban su botín tomado de los vencidos.  La siguiente ilustración y modelos de las ciudadelas y barcos vencidos fueron llevados juntamente en el desfile.  Seguía el toro blanco para el sacrificio, y despues las autoridades cautivas, sus jefes y generales capturados con cadenas quienes serian ejecutados antes que finalizara el día  en el sacrificio. Siguiendo a ellos venían los músicos y los  sacerdotes columpiando sus incensarios con un dulce y oloroso incienso ardiendo en ellos. Para las victimas conquistadas el incienso tiene el hedor de muerte esparciéndolo todo sobre ellas..  Para el ejército victorioso la fragancia tiene el aroma dulce de victoria.  Finalmente, El general vencedor desfila en un carruaje manejado por cuatro caballos blancos.  Su familia y su ejercito lo seguían usando sus decoraciones y gritando  triunfo!  triunfo!

Cristo es el vencedor universal marchando en triunfo, a través de los corredores en el tiempo del mundo vencido.  El está en el principio y nosotros, sus guerreros escogidos marchando atrás de él, gozándonos del beneficio de su conquista.  Aquellos que marchan en la procesión de Cristo están emitiendo  toda la fragancia dulce del conocimiento de él.

Por que estamos “en Cristo” estamos en unión con él.

Nosotros triunfamos solamente si habitamos en él.

 

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