18/04/2012

LA LEY DE DIOS

1- La ley de Dios es perfecta justicia, y se demanda perfecta conformidad con ella a todo aquel que quiera entrar al reino de los cielos.
2- La LEY no tiene una partícula de justicia que poder dar a hombre alguno, porque todos son pecadores e incapacitados para cumplir con sus requerimientos. Poco importa cuán diligentemente o con cuánto tesón obre el ser humano, nada de lo que puede hacer es suficiente para colmar la plena medida de las demandas de la ley.
Es demasiado elevada como para que él la alcance; no puede obtener justicia por la ley. "Por las obras de la Ley ninguno será justificado - hecho justo- ante él". ¡Qué condición tan deplorable! Debemos obtener la justicia que es por la ley, o no podemos entrar al cielo. Y sin embargo, la ley no tiene justicia para ninguno de nosotros. No premiará nuestros esfuerzos más persistentes y enérgicos con la más pequeña porción de esa santidad que es imprescindible para ver al Señor.
3- Nadie excepto Cristo a cumplido la ley de Dios. Todos la hemos quebrado
4- Nadie puede cumplirla por el mismo
5- Nadie es justificado por la Ley
¿Quién, entonces, puede ser salvo?
¿Puede existir una cosa tal como personas justas?
Primer hombre Adán hecho a la imagen de Dios = Perfecto
Gen. 1:26, 27 “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Gen. 5:1 “Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.”
Descendientes de Adán engendrados a la imagen de Adán = Pecaminoso
Gen. 5:3 “Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.”
Salmos 51:5 “He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.”
Rom. 3:23 “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
Rom. 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
Rom. 7:14, 15 “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.”
Rom. 7:17-24 “De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. !Miserable de mí!
¿quién me librará de este cuerpo de muerte?

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