02/05/2013

ESPERANDO SU VENIDA

Texto Clave: “Pero él respondiendo dijo: "De cierto os digo que no os conozco.  Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.”  Mateo 25:12,13.


Pregunta Clave: ¿Qué significa prepararse para la venida de Cristo?
Propósito: Motivar a la iglesia a tener una profunda comunión con Dios, en preparación para la segunda venida de Cristo.
I.         Las vírgenes :
Las vírgenes representan a  dos clases de personas  que profesan estar esperando a su Señor.
Representan a la iglesia previa a la segunda de Cristo.  Se les llama así por la fe que profesan es pura, son parte de la iglesia verdadera, son la descendencia de la mujer pura, vestida de sol de Apocalipsis.  Aquella contra la cual el dragón tendría guerra, son los que guardan los mandamientos y tienen la fe de Jesús.
Tenían lámparas en sus manos:   éstas representan la Palabra de Dios que iluminaba su senda en la oscuridad de la noche.
El aceite representa el Espíritu Santo, que debe ser la fuente de combustible para las lámparas.
Zacarías 4:6: “Entonces me explicó diciendo: —Esta es la palabra de Jehová para Zorobabel: "No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los Ejércitos.”
Los logros de Zorobabel no se debían a su liderazgo político, sino  al poder del Espíritu Santo ministrado a través de sus instrumentos.

II.        Las vírgenes sensatas e insensatas.

La clase representada por las vírgenes fatuas no está formada de hipócritas.  Sus componentes manifiestan respeto por la verdad, la han defendido, y son atraídos hacia aquellos que la creen; pero no se han rendido a si mismos a la obra del Espíritu Santo.  No han caído sobre la Roca, Cristo Jesús, y permitido que su vieja naturaleza fuera quebrantada.  Esta clase se halla simbolizada también por los oyentes representados por el terreno rocoso.  Reciben la palabra con prontitud, pero no asimilan sus principios.  La influencia de la palabra no es permanente.
III.      Los adventistas del tiempo del fin.
En la parábola todas las vírgenes salieron a recibir al esposo.  Todas tenían lámparas y vasijas para aceite.  Por un tiempo parecía no haber diferencia entre ellas.  Tal ocurre con la iglesia que vive precisamente antes de la segunda venida de Cristo.  Todos tienen el conocimiento de las Escrituras.  Todos han oído el mensaje de la pronta venida de Cristo, y esperan confiadamente su aparición.  Pero así como ocurrió en la parábola, ocurre hoy en día.  Interviene un tiempo de espera, la fe es probada; y cuando se oye el clamor: "He aquí, el esposo viene; salid a recibirle", muchos no están listos.  No tienen aceite en sus vasijas para las lámparas.  Están destituidos del Espíritu Santo.”  PVGM. Página 337.
Pero las personas representadas por las vírgenes fatuas se han contentado con una obra superficial.  No conocen a Dios.  No han estudiado su carácter; no han mantenido comunión con él; por lo tanto no saben cómo confiar en él, cómo mirarlo y cómo vivir.  Su servicio a Dios degenera en formulismo.  "Vendrán a ti como viene el pueblo, y se estarán delante de ti como mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia".
En esta vida no han practicado el compañerismo con Cristo; por lo tanto no conocen el lenguaje del cielo, son extraños a sus gozos.  "¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él?  Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios".*
No podemos mantener a Cristo lejos de nuestra vida aquí, y sin embargo ser hechos idóneos para su compañerismo en el cielo.
La luz de las lámparas en la noche representa el testimonio de cada hijo de Dios en este mundo de oscuridad.
El hizo que "de las tinieblas resplandeciese la luz"(2ª Cor. 4:6) Cuando "la tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la haz del abismo", "el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.  Y dijo Dios: Sea la luz: y fue la luz".(Gén. 1:,3)  De la misma manera, en la noche de las tinieblas  espirituales, es emitida la orden divina: "Sea la luz".  El dice a su pueblo: "Levántate, resplandece, que ha venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti". "He aquí -dicen las Escrituras- que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad los pueblos: mas sobre ti nacerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria".  (Isaías 60:1,2)
Conclusión:
Los cristianos que no tengan un íntimo conocimiento de Dios, que no hayan experimentado con Dios, que no tengan en su vida la unción del Espíritu Santo recibirán las palabras, no os conozco.
Prepararse para la segunda venida de Cristo es pasar tiempo con la fuente de poder espiritual, no con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu. Dice el Señor.
“Estos han vivido en contacto íntimo, en constante comunión con Dios.  Sobre ellos ha nacido la gloria del Señor.  En ellos se ha reflejado la luz del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.  Ahora se regocijan en los rayos no empañados de la refulgencia y gloria del Rey en su majestad.  Están preparados para la comunión del cielo; pues tienen el cielo en sus corazones.
Con cabezas levantadas, con los alegres rayos del Sol de Justicia brillando sobre ellos, regocijándose porque su redención se acerca, salen al encuentro del Esposo, diciendo: "He aquí éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará". Isaías 25:9