22/02/2010

Daniel 8 EL SANTUARIO PURIFICADO

Un Tiempo de Juicio.
El punto focal del estudio de esta noche es Daniel 8. Este capítulo comienza con palabras de alto valor significativo. Comienza así: “En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes”. Aquí en el primer versículo, Daniel señala que ésta es una ampliación del capítulo 7. Como se puede ver, este capítulo es la clave para entender no sólo las profecías de Daniel 7, sino todas las profecías de Daniel. Una cosa debe tenerse en cuenta. Las profecías de Daniel pueden ser entendidas en su plenitud, solamente cuando se comparan entre sí. Al estudiar el primer versículo, se ha notado que éste une el capítulo ocho con el siete. Los capítulos 7, 8 y 9 están interrrelacionados entre sí. Las visiones de los anteriores están explicadas, ampliadas y magnificadas en los posteriores. En Daniel 7, estudiamos el levantamiento y caída de los imperios. Estudiamos también el cuerno pequeño, que es un poder religioso que pervierte la verdad y oprime al pueblo de Dios. Después se nos muestra la escena de un juicio, donde el dominio y el poder se les da a los santos del Altísimo.
En Daniel 7, hay ocho grandes épocas. Babilonia, Medo-Persia, Grecia, Roma pagana, la división del imperio romano, el levantamiento del cuerno pequeño, la apertura del tiempo del juicio y la segunda venida de Cristo.
El capítulo 8 se enfoca en una de estas mayores épocas. Al principio, repasa el levantamiento y caída de los imperios, pero después se concentra específicamente en un periodo de tiempo conocido como “el juicio”. Ver Daniel 8:3-5:
“Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después. Vi que el carnero haría con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía. Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío que venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar la tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos”.
¿A quién representa este carnero? ¿A quién representa el macho cabrío? Como ya hemos visto en Daniel 7, la Biblia usa animales para describir las naciones. ¿Podemos realmente estar seguros de lo que representa el carnero y el macho cabrío? La Biblia no deja ni una pregunta sin contestar. En lecciones anteriores hemos aprendido que hay tres métodos básicos para entender las profecías. Primero, leerla; eso ya lo hemos hecho. Hemos visto una batalla entre un carnero y un macho cabrío. Segundo, descubrir la interpretación bíblica de esa profecía. Tercero, encontrar el cumplimiento histórico de la profecía.
A través de la Escritura, una bestia representa una nación, un imperio o un reino. Y la mejor explicación, de que esta bestia es un reino, la encontramos en Daniel 8:20-21:
“En cuanto al carnero que viste que tenía dos cuernos, estos son los reyes de Media y de Persia. El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero”.
De acuerdo a la Biblia, ¿a quién representa el carnero? Es correcto, representa a Media y a Persia. Usted sabe esto porque yo se lo dije. ¿Es cierto? No. Eso no es cierto. Usted sabe esto, porque usted ha leído que la Biblia lo dice. La Escritura claramente dice: “El carnero que viste que tenía dos cuernos, estos son los reyes de Media y de Persia”. De paso, en la descripción de los dos cuernos, dice que el más alto fue posterior al primero. Los medos y los persas reinaron unidos por un tiempo. Pero uno de ellos se hizo más poderoso. Esto lo vemos cuando los persas tuvieron la supremacía sobre los medos. Este suceso lo hemos visto representado en Daniel 7, mediante el oso que se paraba sobre sus dos pies, pero se levantaba más de un lado. En Daniel 8, esto es representado mediante la figura de un carnero con dos cuernos, pero el más alto es posterior al primero. En conclusión, el macho cabrío representa el reino de Grecia, y el gran cuerno entre sus ojos, representa a su primer rey, Alejandro el Grande.
Armonia en las Profecías.
Note como la profecía bíblica se ajusta en una forma maravillosa. En Daniel 2, hay cuatro metales: oro, plata, bronce y hierro, luego viene la mezcla de hierro y barro cocido de los pies de la imagen. El imperio de oro de Babilonia, fue seguido por el imperio de plata que es Medo-Persia. Después viene Grecia que es simbolizado por el bronce. Y finalmente Roma, que es representado por el hierro. Todos estos reinos son seguidos por la división del imperio de Roma. Luego cuando vemos a Daniel 7, el león representa a Babilonia, el oso a Medo-Persia. Pero este oso se levanta más de un lado que del otro, mostrando que el reino de Persia sería más potente. Después viene Grecia, que es simbolizada por un leopardo con cuatro cabezas, que representan los cuatro generales de Alejandro el Grande. Posteriormente, una bestia con figura de dragón, con diez cuernos que representa a Roma. Y como corolario de todo esto, las diez divisiones representadas por los diez dedos de la imagen, que simbolizan la división del imperio romano. Y por último, el cuerno pequeño.
Teniendo en mente, que el carnero representa a Medo-Persia y el macho cabrío a Grecia, veamos a Daniel 8:7-8:
“Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por lo tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo”.
El leopardo de Daniel 7 tiene cuatro cabezas. El macho cabrío tiene cuatro cuernos. Ambos están representando los generales de Alejandro el Grande. Alguien preguntaría, ¿por qué aquí se empieza con Medo-Persia y no con Babilonia? La razón por la cual Babilonia no está representada en Daniel 8, es porque esta visión empieza en el tercer año del rey Belsasar, y pronto el esplendor y la gloria de Babilonia pasarían a la historia.
Antes de entrar en la discusión del cuerno pequeño, quiero que noten lo siguiente: Dios ha revelado en las profecías bíblicas la historia y el destino del mundo. No es por accidente que Daniel 2 armonice con Daniel 7, y éste con Daniel 8. Otra vez, decimos, que estas profecías se ajustan entre sí, como las partes de un rompecabeza a su patrón. Concluímos diciendo, que la Biblia no es un libro común. No es un libro ordinario. La Biblia es, sin lugar a duda, la palabra del Dios viviente. Y el cumplimiento de las profecías bíblicas es una prueba confiable, de que es la palabra de Dios.
El Levantamiento de un Poder Apóstata.
Daniel 8:9-10 dice
“Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas achó por tierra, y las pisoteó”.
En Daniel 7, observamos el levantamiento de Babilonia, Medo-Persia y Grecia. Después vimos a Roma representada por una bestia con figura de dragón con diez cuernos. Vimos también que un cuerno creció de entre los diez. Como ya hemos discutido en clases anteriores, el cuerno pequeño de Daniel 7, es un poder político-religioso que crece del remanente del imperio romano. Este es un sistema político-religioso que tiene un dirigente que pervierte la verdad de Dios. Echando por tierra las enseñanzas de las Escrituras, sustituyéndolas por enseñanzas y tradiciones humanas.
Daniel 7 representa a Roma como una bestia, y de ella sale un cuerno pequeño. Para hacer más marcado el corolario entre la Roma pagana y el cuerno pequeño, Daniel 8 simboliza al mismo imperio, y al poder político-religioso con el mismo símbolo. Por el origen de este poder, el medio en que se desarrolla, y el tiempo en que empieza a nacer, muestra que desde el mismo principio llevaría consigo principios de la Roma pagana. Observemos lo que dice Daniel 8:10-11:
“Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó. Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra”.
En el versículo 10 dice que este sistema perseguiría a los fieles adoradores de Dios. Dice además, que parte de ellos los echó por tierra y los pisoteó.
Luego en el versículo 11 dice que se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos. Es decir, éste sería un poder que se adjudicaría los privilegios y las prerrogativas de Dios. Y finalmente, se exaltaría sobre Dios. Otra cosa que nos dice este versículo es: “Por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. ¿Cuál es el significado de esta expresión? En hebreo, la palabra continuo es Tamid. Al estudiar el sistema de adoración del Antiguo Testamento, encontraremos que el centro de adoración giraba sobre el continuo, o servicio continuo del santuario. Si un hombre pecaba, era necesario que trajera una ofrenda al santuario. Este sacrificio no podía hacer expiación por su pecado, sino más bien, señalaba hacia el Mesías que habría de venir. Todo el sistema ceremonial del continuo, dirigía la fe del creyente hacia el Cristo que habría de venir. Pero, Daniel 8 predice un poder que se opondría y reclamaría ser Dios. Aun siguiendo un sistema de adoración terrenal y sustituyendo lo religioso, lo interno por prácticas externas. Hablando de este poder la Biblia expresa lo siguiente en Daniel 8:12:
“Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó”.
La verdad acerca de dónde está Jesús, cuál es su obra y qué está haciendo, sería sustituído por un sistema de actividades religiosas terrenales. La tradición sustituiría la Escritura. La verdad de Dios y la realidad del ministerio de Cristo en el santuario celestial, serían sustituídas por sistemas de adoración terrenal.
¿Cuánto Tiempo Durará?
Daniel 8:13 dice:
“Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando al santuario y el ejército para ser pisoteados?”.
¿Cuánto tiempo durará este sistema religioso, con sus hábitos y patrones de adoración terrenal, con sus ceremonias religiosas y sus leyes de origen humano? ¿Por cuánto tiempo más, la tradición oscurecería la verdad acerca del ministerio de Jesús como nuestro Sumo Sacerdote en el santuario celestial? La respuesta está en Daniel 8:14:
“Y dijo: hasta dos mil trecientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado”.
¿Qué quiere decir, hasta dos mil trecientas tardes y mañanas y entonces el santuario será purificado? En este texto hay dos cosas que deben ser estudiadas hoy. Primero, hay un período de tiempo. “Dos mil trecientas tardes y mañanas”. Segundo, hay un evento. “El santuario será purificado”. Veamos primero el tiempo y después el evento. Daniel 8:16-17 dice:
“Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión. Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin”.
¡Un momento! ¿Está hablando esta visión acerca del tiempo del fin? Bueno, una cosa debe tenerse en cuenta, que Daniel 7, no está hablando acerca del santuario terrenal, sino del celestial. Esto se puede probar con el versículo 17.
De acuerdo a lo estudiado, el templo terrenal fue destruído por Tito y por el ejército romano en el año 70 d.C. El único santuario que permanecería hasta el fin, es el santuario celestial. Entonces la visión se aplica al tiempo del fin. Al tiempo cuando la verdad de Dios sea desafiada. Al tiempo cuando el sistema religioso terrenal oscurezca la hermosura de la verdad del sacerdocio mediatorio de Cristo en el santuario celestial. Al tiempo cuando Satanás intente oscurecer el significado de la obra especial del juicio que Cristo hará en el santuario celestial. Al tiempo cuando Cristo esté delante del Padre presentando su sangre en favor de los pecadores arrepentidos.
Hablando de ese día del juicio, este es el tiempo cuando el pueblo de Dios debería sentir un profundo arrepentimiento y deseo de confesar sus pecados. La verdad sobre el santuario celestial, revela que Cristo es el verdadero Sacerdote de los hombres. Y que está ansioso de impartir perdón al pecador, y de impartir poder para vencer al pecado.
El Antiguo Testamento enseña, que de la misma forma en que eran cortados del campamento de Israel, aquellos que no se arrepentían y confesaban su pecado, serán cortados también del plan de salvación aquellos que permanezcan en el pecado cuando la obra mediadora de Cristo sea completada. Daniel 8:19 dice:
“Y dijo: he aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin”.
Entonces los 2.300 días de Daniel 8:14, nos llevan al tiempo del fin. Al tiempo cuando la corte celestial se siente para realizar su sesión. Al tiempo cuando la mente de los hombres estén dirigidas hacia Jesús, que estará en el santuario celestial. Al tiempo cuando Dios esté listo para invitar a hombres y mujeres a entrar con él en una experiencia especial de arrepentimiento y perdón de los pecados.
El Principio de Día por Año.Es obvio que los dos mil y trecientos días que empezaron en los días de Daniel, no lleguen hasta nuestros días. Y mucho menos hasta el tiempo del fin. Pues, 2.300 días son solamente siete años. ¿Dónde encontramos la clave para entender el valor profético de los 2.300 días? Primeramente voy a hacer una pregunta. ¿Has visto un mapa que tiene una escala en kilómetros al pie de la página? Puede ser que diga, un centímetro es igual a 25 kilómetros o a 50 kilómetros. En la Biblia hay una medida profética que se aplica a las profecías de Daniel y Apocalipsis. Ver Números 14:34:
“Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocísteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día y conoceréis mi castigo”.
Este texto dice: “Un día equivae a un año”. En unión de otros textos, Números 14 muestra que en profecías bíblicas, un día es igual a un año. Dios dijo a Israel, por cada día que tú estuvísteis enviando personas para reconocer la tierra, en vez de ir a conquistarla, y por tu falta de fe, estarás vagando por el desierto un año por cada día. Esta medida profética se aplica también a las profecías de Daniel y Apocalipsis. Esto no quiere decir que cada vez que se lea en la Biblia, la palabra “día” (como en la semana de la creación) equivale a un año. Pero, en la secuencia del tiempo profético de Daniel y Apocalipsis, un día equivale a un año literal.
Teniendo como base lo anteriormente dicho, damos por sentado que el período de los 2.300 días, que tiene su principio en alguna fecha del Antiguo Testamento, se extenderá hasta el tiempo en que el santuario sea puruficado.
El Santuario Terrenal.
¿Qué significa la purificación dl santuario? En tiempos del Israel antiguo, Dios dijo a los israelitas en Exodo 25:8: “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”. La Biblia habla de dos santuario, uno en la tierra y otro en el cielo. El santuario terrenal fue hecho de acuerdo al modelo del santuario celestial. El santuario terrenal fue hecho para revelar el plan de la salvación. Este santuario tenía dos servicios: uno, llamado servicio diario, y otro llamado servicio anual. El diario tenía como propósito, proveer el perdón del pecador que se arrepentía. El servicio anual era un servicio especial que se hacía en cierta fecha del año, llamada “día de la expiación”. Si entendemos acerca del día de la expiación del santuario terrenal, podremos entender acerca del día de la expiación del santuario celestial, y también de los 2.300 días que llegan hasta el tiempo del fin. Veamos pues algo acerca del santuario terrenal y del día de la expiación.
Dios dio a Moisés las siguientes instrucciones en Exodo 25:8 y Exodo 25:40:
“Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”.
“Mira y hazlo conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte”.
El santuario terrenal estaba dividido en tres partes. El altar de la ofrenda del sacrificio y le fuente estaban en el atrio. Este era el lugar donde el pecador sacrificaba la víctima, luego el sacerdote lavaba sus manos en la fuente y rociaba la sangre en el velo del tabernáculo. El tabernáculo estaba dividido en dos partes: el Lugar Santo
y el Lugar Santísimo. En el Lugar Santo estaban: la mesa de los panes, el altar del incienso y el candelero. En el Lugar Santísimo estaba el arca del pacto que tenía la ley de Dios. El Lugar Santo estaba separado del Lugar Santísimo por un velo. Era en este velo donde el sacerdote rociaba la sangre de la víctima. Otra cosa que hacía el sacerdote, era poner sangre en los cuernos del altar del incienso. Pero el pecador era perdonado solamente cuando la sangre era rociada frente al velo. La sangre era rociada frente al velo, porque detrás estaba el arca que tenía la ley de Dios. Lo que se quiere enseñar a través de este servicio del santuario terrenal, es que el pecador podía ser perdonado solamente por medio del sacrificio de un cordero y de la sangre rociada frente al velo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo. Es decir, que el pecador era perdonado por la fe que ejercía en el cordero que simbolizaba al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Pablo dice en Hebreos 10:22, “Sin derramamiento de sangre, no hay remisión de pecado”. Entonces, la fe era necesaria, pero era necesario también sacrificar el cordero.
Veamos por un momento el servicio del santuario terrenal. Suponga usted que una persona ha pecado. Reconoce que ha pecado y sabe que merece la muerte. Está conciente que “la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Sabe que no hay ninguna forma de poder rehacer su vida a la vida anterior, antes de pecar. Sabe que la Biblia enseña que el “pecado es la transgresión de la ley” (1 Juan 3:4). Por consecuencia, su pecado ha sido una desobediencia o rebelión contra la ley de Dios. Y si todo el que transgrede la ley debe morir, pues él debe morir.
Esta es una persona que tiene una gran carga de pecado. ¿Hay alguien en nuestra sociedad que tiene una gran carga de culpabilidad sobre su conciencia? Es posible que haya alguien aquí esta noche. Alguien que ha pecado, y el peso de ese pecado está golpeando su vida. Sabe usted que las oficinas de los psiquiatras, en muchas partes del mundo, están atestadas de personas que tienen grandes cargas de culpabilidad. Personas que se sienten culpables y buscan la forma de como escapar de esa culpabilidad.
Volviendo otra vez al santuario, hemos visto que era necesario que el pecador trajera un cordero. Es decir, cuando una persona estaba cargada de culpabilidad, y una nube deprimía su ser, se sentía privado de toda esperanza, pues sabía que tenía que morir. Ahora, aquí estaba su oportunidad. La provisión estaba a su alcance. El ha decidido libertarse de ese pecado. Ahora lo podemos ver trayendo un cordero sin mancha. Se aproxima hacia la puerta del atrio. Pone sus manos sobre la víctima. Confiesa su pecado. La sangre es rociada frente al velo, y la carga del pecador es quitada. Ver Levítico 1:3:
“Si su ofrenda fuese holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová”.
¿Por qué tenía que ser un sacrificio sin mancha? Porque este cordero representaba a Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto. Una cosa debe notarse; nadie obligaba al pecador a traer el cordero. El lo traía por su propia voluntad. Pero, ¿por qué debía poner sus manos sobre la cabeza de la víctima? La enseñanza bíblica es: “Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya” (Levítico 1:4). ¿Puedes imaginarte a esta persona? Está cargada de culpabilidad. Pero ahora camina hacia el santuario. Lleva su ofrenda con él. Pone su mano sobre la cabeza del sacrificio y dice: “Señor, he pecado, sé que merezco la muerte. Pero, Señor, Tú has dicho que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecado. Señor, yo trigo mi ofrenda conmigo, vengo a confesar mi pecado. Cuando el pecado es confesado, este es transferido del pecador al cordero. El cordero es crucificado por el pecador. La sangre del cordero (simbólicamente) limpia al pecador. El cordero es aceptado en lugar del pecador. El inocente muere en lugar del culpable. El cordero da su vida para que el pecador tenga vida.
El sacerdote lleva la sangre del animal y la rocia frente al velo que divide al Lugar Santo del Lugar Santísimo; exactamente frente al lugar donde está la ley que había sido quebrantada por el opecador. La sangre del cordero señala a Cristo quien sería el sacrificio por los pecados de todos los hombres. Ahora el pecado ha sido transferido del pecador al cordero, y del cordero al santuario. El pecador está libre. La carga ha sido quiatad y no siente que es un pecador que está condenado.
Un Símbolo para Nosotros.Si hay alguien aquí que se siente cansado por la culpabilidad de su pecado, y siente que está condenado, yo tengo buenas nuevas para esa persona. Esa culpabilidad puede ser removida. Esa carga puede ser quitada. Lo único que hay que hacer es tomar un sustituto y venir, y ese sustituto (cerodero) llevará tus pecados y tu carga. Todo lo que se hacía en el santuario terrenal, ha sido hecho para mostrar la hermosura del plan de la salvación. Juan el bautista dijo en Juan 1:29 “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
Cuando Cristo vino a esta tierra, Juan Bautista dijo: “He aquí el Cordero de Dios”. Cristo, el Cordero de Dios, el Cordero sin mancha. Vivió en esta tierra una vida sin pecado, y murió la muerte que Él no merecía morir. Ese Cordero sin mancha, es mi Cordero. Es tu Cordero. Es nuestro sustituto. Al venir hacia él, en mi imaginación, y postrarme ante Él, veo al Cordero sin mancha. Veo al Cristo sin pecado. El Cordero perfecto muriendo en mi lugar. Siento que no son los clavos los que le están matando, no es la corona de espinas, ni la espada que hiere su costado, sino mis pecados. Y al salir la sangre de su costado, siento que esa sangre limpia mis pecados. “Siento que no hay más condenación para los que están en Cristo Jesús”. Ahora la culpa ha sido quitada y estoy libre de esa carga.
Es posible que haya alguien aquí que ha llevado esa carga por muchos años, pero en este momento siente que esa carga puede ser transferida al sustituto, al Cordero, a Cristo.
Hace poco tiempo, vino una dama a ver a un consejero. Esta dama había dejado a su esposo para irse con otro hombre. El consejero, después de hablar con ella, le pidió que le dijera la causa de su culpabilidad. Entonces ella le dijo: “Mi vida está como una vasija de barro que es arrojada al piso y hecha mil pedazos. ¿Cómo puedo juntar todos esos pedazos para poderla unir otra vez?”. esta dama estaba cargada de culpabilidad, su vida estaba destruída. Vivía una vida sin paz. Caminaba como una extranjera, sin Dios. Buscaba la solución de su problema, sin esperanza de poderla encontrar. Entonces el consejero leyó 1 Juan 1:9:
“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados”.
El compartió con ella la belleza de la enseñanza que encierra el servicio del santuario terrenal, donde el pecador venía cargado de pecado, pero llegaba al lugar donde podía confesar su pecado, donde su pecado era transferido al cordero. El cordero era matado y su sangre era rociada frente al velo. Luego sus pecados eran perdonados. Estaba libre de la carga, porque el cordero había llevado su carga. Ahora estaba libre, estaba limpia. La dama había encontrado la forma de libertarse de su culpabilidad. Ahora podía rehacer su vida. Su pecado podía ser perdonado. Su vida podía ser cambiada, y podía iniciar una nueva vida. Por supuesto, habían varias cosas que debían hacerse, antes de iniciar esa nueva vida. Pero ahora sabía que había esperanza.
Es posible que alguien aquí esté pasando una situación como la de esa dama, y hoy decide vivir una nueva vida. Quiere vivir una vida correcta. Bueno, una cosa que todo pecador debe hacer es confesar sus pecados. Es decir, transferir sus pecados al sustituto. Transferir sus pecados a Jesús, y Él con Su sangre limpiará tu pecado, y serás limpio, porque tu pecado ha sido perdonado. Pero eso no es todo. Lo más maravilloso es que tú eres aceptado por el Padre como una persona que nunca ha pecado.
El Día de la Expiación.En el servicio diario, el pecado era transferido del pecador al sustituto y luego al santuario. Pero una vez al año se celebraba una fiesta (servicio) que se llamaba “el día de la expiación”. En esta fecha todo Israel se reunía en ese lugar. Todo el año los pecados habían sido confesados y transferidos al tabernáculo. Así, en forma simbólica, el santuario estaba contaminado. Por esta razón, era necesario, que una vez al año, el santuario fuera purificado. Levítico 16:7-11 presenta una descripción de ese día:
“Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos; una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel. Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. Mas el macho cabrío por el cual cayere la suerte por Azazel, lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto. Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo”.
En el día de la expiación no se hacía ningún trabajo. Este era un día de ayuno y oración. En ese día se traían dos machos cabríos; uno, llamado para Jehová. Otro, para Azazel. El macho cabrío para Jehová era degollado. No se confesaba ningún pecado sobre él. El sumo sacerdote tomaba la sangre y la llevaba dentro del santuario y al aproximarse al lugar donde estaba la ley de Dios, en el Lugar Santísimo, rociaba con ella en el lugar donde simbólicamente estaba la misericordia de Dios. Este era el principio de la expiación. Después limpiaba también el Lugar Santo y posteriormente el atrio. Simbólicamente el sacerdote había estado llevando los pecados que habían sido confesados durante todo el año. Ahora en forma simbólica los saca del santuario y los pone sobre el macho cabrío que representa a Azazel. Luego éste es llevado al desierto para morir. Después de toda esta ceremonia, Israel estaba limpio de todos los pecados cometidos durante todo el año. Ahora, era el comienzo de una nueva vida.
El servicio que se realizaba en el santuario, encerraba dos puntos importantes para el pueblo de Israel. Primero, era un día en el cual el pueblo participaba (Levítico 16:29, 33). Segundo, en ese día no había un solo israelita que fuese sólo un observador. Levítico 16:29-30 dice:
“Y esto tendréis por esatuto perpetuo: en el mes séptimo, a los diez días del mes, afligiréis vuestras almas, y ninguna obra haréis, ni el natural ni el extranjero que mora entre vosotros. Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová”.
En el día de la expiación, Israel se reunía en el santuario, no sólo para confesar sus pecados, sino para estar seguro que todas las cosas estaban en armonía entre él y su Dios. En ese día, los israelitas confesaban sus pecados y buscaban una armonía más cercana con Dios.
El día de la expiación era también un día de juicio. Cualquiera que no participaba en esa ceremonia, era cortado del pueblo de Israel. Así, indiscutiblemente, éste era también un día de juicio.
Poniendo Todo en Armonía.
Pongamos todo el concepto estudiado, en el libro de Daniel. Después de ver en Daniel 7, el levantamiento y caída de los imperios, la división del imperio romano, la perversión de la verdad, por el cuerno pequeño, y el poder que va a establecer sus principios en contra de los principios de Dios, llegamos al tiempo del juicio. Ver Daniel 7:9-10:
“Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos”.
Daniel 7, después de presentar el levantamiento y caída de los imperios, presenta un juicio celestial. Daniel 8, después de presentar la forma en que el cuerno pequeño desafía la verdad, presenta un día de expiación en el santuario celestial. Ya se ha visto que una fase del servicio del día de la expiación en el santuario terrenal, era un juicio. Entonces al venir a Daniel 8, y en comparación con el servicio del santuario terrenal, encontramos un día de expiación, pero no el terrenal, sino en el santuario celestial. Esto es lo que el profeta quiere decir en Daniel 8:1.
Siendo que la Biblia habla de dos santuarios: uno terrenal y otro celestial, ¿de cuál santuario está hablando Daniel? ¿Está hablando del santuario terrenal o del celestial? Siendo que existirá sólo un santuario para el tiempo del fin, es lógico pensar que Daniel 8 se refiere al santuario celestial.
Partiendo desde el primer imperio, y continuando a través del levantamiento y caída de ellos, siguiendo con la división del imperio romano, con el poder del cuerno pequeño, que sustituye la verdad por la tradición. El cuerno que echa por tierra la verdad de Dios, que intenta cambiar la ley de Dios, que persigue al pueblo de Dios y que oscurece el sistema de adoración celestial. Llegamos a un momento cuando el pueblo de Dios volverá su vista otra vez hacia el santuario celestial, hacia los 2.300 años, hacia Jesús como su Sumo Sacerdote, hacia el momento cuando Jesús pasa del Lugar Santo al Lugar Santísimo. Pero, antes que esto llegue a su final, él invita a su pueblo a separarse de los sistemas tradicionales que han quitado de su mente lo que la palabra de Dios enseña acerca del santuario celestial. Siendo que estamos viviendo en ese tiempo final, él nos invita a que nos arrepintamos de nuestros pecados y los confesemos. El tiempo del juicio del santuario celestial, ha llegado ya. Pronto llegará el día cuando los pecados tendrán que ser puestos sobre Lucifer, y enviado para que sea destruído con todos los malos. Esto será el final del juicio. Pero este día no será solamente de destrucción y muerte. Este día será también un día de gozo, un día de alegría para los que hayan de ser redimidos.
Todavia no havemos concluído:La próxima semana estudiaremos como se realizará este juicio en el santuario celestial. Al entrar en Daniel 9, vamos a estudiar también la profecía de los 2.300 años. Enfocaremos nuestra atención en una de las profecías más sorprendentes, que señala el bautismo y la muerte de Jesús. Y que predice también la fecha cuando el evangelio dejaría de ser específicamente para los judíos y sería llevado a los gentiles. Y finalmente el comienzo de la iglesia del Nuevo Testamento. Además, esta profecía predice claramente la fecha de la apertura de ese juicio y la expiación del santuario celestial.
Apelación:Amigo, en este momento quiero que considere dos cosas. Primero, que Cristo es considerado en el Antiguo Testamento, como el Cordero que muere y como el Sacerdote que vive. Hay alguien aquí que está cargado de la culpa del pecado? ¿Hay alguien que siente que está separado de Dios? Cristo, el Cordero que muere, puede proveer para ti un completo perdón. El conoce lo profundo de tu corazón. Sabe que tienes una necesidad. Por eso, es que puede proveer todo lo que necesitas, puede además, proveer una completa aceptación ante el Padre. Si tus pecados han sido acumulados, en este momento todos ellos pueden ser perdonados. Por qué no le dice hoy, “Padre, sé que no hay otra manera en que pueda purgar mis pecados, sé que no hay otra forma en que yo pueda hacer sacrificio por mí mismo, por eso vengo esta noche hacia ti. Quiero confesarte mis pecados. Señor, creo que tú puedes perdonarme”. Amigo, esta noche, Él no es solamente un cordero que muere. No es sólo un cordero cuya sangre cubre tus pecados. Esta noche Él es también, un Sacerdote viviente, que siente tu dolor, que escucha tu petición, que ve cuando avanzas hacia el santuario para confesar tu pecado. Amigo, por qué no le dices, “Señor, en esta hora, no quiero que haya alguna cosa que se interponga entre tu y yo. Te rindo mi temperamento. Te rindo mis pensamientos impuros. Rindo delante de ti, mis deseos deshonestos, mi lengua mentirosa y mis deseos por las cosas mundanas. Reconozco que Tú eres mi sacerdote, por eso, te rindo todo en esta hora”.
Hay alguien en esta hora, que levantando su mano, quiere decir al Señor, “Señor, quiero entregarte mi vida. Quiero aceptar la oferta del perdón de mis pecados. Quiero aceptar esa oferta de ser libre de mi culpabilidad. Quiero ser tu hijo. Señor, vengo a ti en esta hora, confesando todos mis pecados. Quiero que vengas a mi vida y la cambies”. ¿Hay alguien en esta hora que siente lo que hemos dicho, y quiere levantar su mano? Sí, hay alguien. El Señor ve vuestras manos, y Él os va a perdonar. Que Dios os bendiga...

16/02/2010

TIEMPO DE LA SIEGA

Aunque el verdadero significado y tiempo de la siega es en grán medida confuso para muchos y confundido por algunos, si estudiamos muy de cerca la Escritura quedará aclarada en forma simple; tal como aclaró el tiempo de sembrar la semilla y el período de el trigo y la cizaña.
Con sus ojos, capaces de penetrar la densa niebla de los siglos, Cristo anticipó la negligencia de Sus Atalayas y la maldad que habría de brotar en Su iglesia. No obstante, cuando Sus sirvientes le preguntaron: "¿No sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? ...¿Quieres, pues, que vayamos y las arranquemos?...El les dijo: No, porque sacando la cizaña, no arranqueis con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en mi alfolí." Mat.13:27-30.
La siega es el "resultado de esfuerzo", de trabajo, "juntar del grano"-segar el resultado del trabajo y la labor y llenar los graneros con granos. Así, en lugar de terminar el año de labor con el comienzo de la siega es cuando comienza el trabajo más árduo. Y aunque el tiempo de la siega es el más corto de todos los períodos del año de cosecha, el trabajo de segar no se lleva a cabo en un momento; toma tiempo. El producto no es almacenado convirtiendo el campo en un granero; no, eso se llamaría un conglomerado y no una siega. Primero se mete la hoz en el grano, luego el grano es juntado en manojos, después es desgranado, y entonces es almacenado en el granero; entonces la paja y la cizaña son destruídas. Habiéndose completado este trabajo durante el otoño, muestra que la siega es un período de tiempo después que "acabóse el verano" y es seguido por el período infructuoso del invierno.
De la misma forma debe suceder con la siega espiritual, de otra forma la siega literal no sería una ilustración pertinente. No estimemos en poco la sabiduría de Dios: Sus ilustraciones son perfectas.
Considere, ahora, con que exacta fídelidad a la siega natural el Maestro ha declarado las verdades de la siega espiritual: "Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega," "El dice: "y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en Mi alfolí." Mat.13:30.
En éstas palabras parabólicas Cristo ha hecho el método espiritual de segar análogo al metodo natural.
Si uno no fuera precisamente como el otro, el hubiese hecho distinción en la diferencia. Sean, por lo tanto amonestados, a no permitir que la vana imaginación entre en la mente, sino estad firmes en las escrituras, porque ellas están llenas de significado de inigualable valor-verdaderamente lo son, su propia vida.
Como la palabra "hasta" quiere decir "al momento de" la cizaña, por lo tanto, ha de juntarse, no antes ni después de la siega, sino al comienzo de ésta. Y el "tiempo de la siega," siendo el fin del tiempo de gracia (Palabras de Vida del Gran Maestro, p.50), entonces la siega misma necesariamente preceda el fin del tiempo de gracia-la temporada infructousa del invierno. Por consiguiente, la cizaña es separada del trigo antes y no después del fin del tiempo de gracia.
El trigo, "los hijos del reino" (verso 38), son juntados en el alfolí, el reino; la cizaña, "los hijos del malo" (verso 38),--meros profesos, aquellos que son solo oídores y no hacedores de la palabra, y a quienes se les otorgó la membresía mientras "los hombres dormían"-"son juntados y lanzados al fuego" (verso 40), después que el trigo es juntado en manojos. Pero, ¿Quienes Son Los Segadores?
"Los segadores son los ángeles" quienes "saldrán y apartarán a los malos de entre los justos." Mat.13.39,49. Estos ángeles no son los mismos que han de "venir" con
Cristo en Su segunda venida, sino aquellos que El "envía". Son estos como los tres ángeles de Apoc.14:6-11. De hecho, el tercer ángel "es el que separa el trigo de la cizaña, y sella, o junta, el trigo para el granero celestial."--Primeros Escritos, p.118. Por lo tanto, los ángeles, los segadores, a quien Cristo envía, incluye al ángel del sellamiento, o que junta el grano, y los que le siguen para llevar a cabo la matanza (Ez.9:2,5,6), primero en la iglesia, y luego en el mundo. Es, pues, la
Separación en dos Secciones.
La orden, "y juntarán de su reino todos los escándalos, y los que hacen iniquidad, "no significa juntar Sus santos de la tierra para el cielo; tampoco significa destruir los impíos de la tierra; porque los primeros han de ser juntados, no directamente para el cielo, sino primeramente para "el granero", el reino terrenal; y los últimos no son destruídos inmediatamente "en el tiempo de la siega," sino que primero son juntados en manojos, y luego son destruídos, como se ilustra más adelante en la parábola de la red:
"Así mismo el reino de los cielos es semejante a la red, que echada en la mar, saca todo suerte de peces; la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, juntaron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera," Mat.13:47,48. --67--
Esta parábola también muestra la separación de los impíos de entre el pueblo de Dios en la iglesia (la red), siendo ésta la primera sección de la obra de separación, el comienzo de la siega. La sección subsiguiente sigue en el mundo, mientras la tierra es iluminada con la gloria del ángel del "fuerte pregón" y "otra voz del cielo" dice: "Salid de ella, pueblo mio, para que no seaís participantes de sus pecados, y no recibáis de sus plagas. "Apoc.18:4.
Note que en la primera sección de la separación, la que se lleva a cabo en la iglesia, los impíos son sacados de entre los justos, mientras que en la segunda, la que toma lugar en Babilonia, los justos son llamados de entre los impíos.
Como el "campo" es "el mundo" (Mat.13:38), la parábola del trigo y la cizaña necesariamente incluye ambas secciones de la siega. Por el contrario, como la "red" levanta los "peces," los conversos que ha producido la iglesia que proclama el evangelio, la parábola de la red por lo tanto está limitada a la separación en la iglesia. Combinadas ellas ilustran la
Relación de las Primicias y los Segundos Frutos
.
A Isaías también se le mostró esta doble siega. "Por que Jehová juzgará con fuego y con su espada," profetizó él, a toda carne; y los muertos de Jehová serán multiplicados. Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de puerco, y abominación, y ratón; juntamente serán talados, dice Jehová." Isa.66:16,17.
Los muertos del Señor, en esta escritura, son aquellos que profesan estar en la fé, que se adjudican santificación y purificación, basados en los méritos de la justicia de Cristo. Ellos caminan, es decir, en sus propias sendas, no en obediencia a la verdad.
Cubiertos en estos mantos espurios de santificación y purificación, posan como reformadores, mientras que todo el tiempo se han extasiado en las abominaciones de los paganos; en secreto-"unos tras otros," (en inglés dice: en los jardines detrás de un árbol), o como explica el texto en inglés al margen, dejándose guiar unos trás otros. Y la comida (carne de cerdo, y ratón, y abominación,-cualquiera sea o dondequiera estén éstos cristianos paganos,-alimentos usados respectivamente solo en ciertas partes del mundo, entre diferentes clases y razas) con los cuales gratifican sus apetitos, muestra que la destrucción consecuente entre estos auto-santificados y auto-purificados está en la iglesia a nivel mundial.
Que esto no fue entre los gentiles, los cuales no conocían la verdad acerca de Dios y Su grán poder, puede verse claramente en las palabras del Señor: "Enviaré de los escapados de ellos a las gentes, a Tarsis, a Pul y Lud, que disparan arco, a Tubal y a Javán, (Las naciones gentiles de hoy día mencionadas por sus antiguos nombres), a las islas apartadas que no oyeron de mi, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las gentes." Isa.66:19.
Siendo que estos que han escapado ( las primicias, los 144,000 siervos de Dios, Apoc.7:3) "traeran a todos vuestros hermanos" (Los segundos frutos, la grán multitud-Apoc.7:9), "por presente a Jehová"... de entre todas las naciones (Isa.66:20) esta grán reunión necesariamente, por lo tanto, es la obra final del evangelio-la segunda sección de la siega.
Y además, puesto que estos escapados han de traer todos sus hermanos "a mi santo monte de Jerusalén, dice el Señor," "en vasos limpios a la casa de Jehová," (Isa.66:20), se hace evidente el hecho de que la destrucción de los impíos, resulta en la purificación de la iglesia. Los "vasos limpios" son, por lo tanto, la iglesia purificada, compuesta de los que han escapado- las primicias, los 144,000-quienes, libres de los impíos (la cizaña) "como siervos del Señor" traerán entonces los segundos frutos, la gran multitud que no se puede contar, de entre toda nación.
Habiéndose completado la segunda sección de la separación se cierra el tiempo de gracia. En consecuencia de lo cual se escuchará el horrible lamento de perdición de los impíos: "Pasóse la siega, acabóse el verano, y nosotros no hemos sido salvos." Jer. 8:20.
Siendo ésta la terrible experiencia de la cizaña en Babilonia, en la segunda sección de la siega, debe haber, como "tipo" una experiencia similar precedente para la cizaña en la iglesia de Laodicea, en la primera sección de la siega, paralelo que muestra concluyentemente que
La Iglesia No Es Babilonia.
La razón por la cual la iglesia no es figurativamente "Babilonia" es que ella es denominada Jerusalén (Eze.9:4,8), y porque de entre los buenos en ese lugar, los impíos (la cizaña) son destruídos, echados fuera, por los seis varones con las armas de destrucción. (Eze.9:6-9), y luego de esto los buenos (el trigo) son juntados en "el granero," mientras que los impíos en Babilonia, quedan en Babilonia y los justos ("Pueblo mio") son llamados a salir de ella para ser juntados en "el granero" y entonces los siete ángeles derraman las siete últimas plagas, y los impíos restantes son destruídos.
De este modo, en la primera sección de la separación en la iglesia, los impíos son destruídos por seis varones con armas de destrucción, antes de haber sacado a los buenos; y en la segunda sección, la separación entre las iglesias en Babilonia, los impíos son destruídos por siete ángeles con las siete últimas plagas, después que los buenos han salido fuera. Hay por lo tanto dos separaciónes y dos frutos: La primera produce los primeros frutos, los 144,000, que no se han contaminado con mujeres (Apoc.14:4). Estos son aquellos a quienes el mensaje del sellamiento les halla en la iglesia de Dios, y no en las iglesias paganas. Y la segunda produce los segundos frutos, la gran multitud de todas las naciones, algunos de los cuales puede que tampoco se hayan contaminado con mujeres-iglesias paganas.
Habiendo estudiado hasta ahora el Juicio, la siega, a la luz de los testimonios de los profetas y las parábolas de Cristo, ahora lo examinaremos
A La Luz Del Servicio Ceremonial.
Así como el Espíritu de Profecía declara que "el sistema completo de tipos y símbolos era una profecía compacta del evangelio, una presentación en la cual estaban resumidas las promesas de la redención." (Hechos de los Apóstoles,P.12), también el plan de la salvación es revelado no solo en el testimonio de los profetas y en las parábolas de Cristo sino también en los tipos y símbolos del santuario terrenal. En adición a esto, las experiencias del pueblo en el período típico "les acontecieron," se nos ha informado "en figura;" " y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado." 1Cor.10:11. Lógicamente estamos obligados por el mismo principio a prestar atención a las instrucciónes de Dios a Moisés:
"A los diez de este mes séptimo será el día de las expiaciones...Para reconciliarnos delante de Jehová vuestro Dios. Porque toda persona que no se afligiera en este mismo día, será cortada de sus pueblos." "Expiar a los hijos de Israel...una vez al año." Lev.23:27-29; 16:34.
Cuando uno es "cortado de entre su pueblo" por causa de pecado, su nombre también debe ser "removido del libro de los vivos." Sal.69:28. Consecuentemente, el día de la expiación era un día antitípico de la expiación (el juicio investigador)-el día en el cual el Señor removerá de su libro los nombres de todos los pecadores, y "separará" de la congregación de Su pueblo aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro.
En relación al día de expiación típico, el Señor ordenó a través de Moisés: "en este día se os reconciliará para limpiaros; y sereis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová,... Y expiará el Santuario santo, y el tabernáculo del testimonio; expiará, también el altar." Lev.16:30,33.
Siendo el día de expiación en el tipo para ambos, muertos y vivos, el servicio del tabernáculo terrenal, por lo tanto, el día de expiación proyecta en el antitipo la purificación del santuario celestial de nombres indignos de estar en los libros y la purificación de la iglesia aquí en la tierra de sus miembros inconversos e inestables, trayendo así el tiempo de libros puros, una iglesia pura, y un pueblo puro.
Proyectando su mirada hacia ese día de purificación Zacarías profetizó: "En aquel tiempo estará sobre las campanillas de los caballos: Santidad a Jehová; y las ollas en la casa de Jehová serán como los tazones delante del altar. Y será toda olla en Jerusalén y en Judá santidad a Jehová de los ejércitos...y no habrá más cananeo alguno en la casa de Jehová de los ejércitos en aquel tiempo." Zac.14:20,21.
Envisionando la misma escena, el profeta Isaías declara: "Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los Reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano de Dios tuyo. Nunca más te llamarán Desamparada...sino que serás llamada Hefzibá...Pueblo Santo." Isa.62:2-4,12.
"Empero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis el monte de mi santidad,...Y dejaréis vuestro nombre, por maldición a mis elegidos; y el Señor Jehová os matará, y a sus siervos llamará por otro nombre." Isa.65:11,15.
"El pueblo sin entendimiento caerá." Oseas. 4:14. "Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purificados; mas los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos." Dan.12:10.
Aquellos que tienen una visión clara sobre la verdad de la siega tal como es enseñada en los Testimonios de los profetas y en las parábolas tendrán una visión aún más clara a medida que estudiamos el significado de
Las Gavillas Mecidas, Los Panes Mecidos Y la Fiesta de los Tabernáculos.
Para ilustrar nuestra salvación en plenitud, los ritos de la siega del sistema ceremonial deben, por lo tanto, corroborar los testimonios de los profetas y las parábolas concernientes a la siega ya que todos están intricadamente unidos. Las ceremonias de los primeros y segundos frutos del grano, por consiguiente, deben revelar la verdad concerniente a los primeros y segundos frutos de la humanidad. En la ley dada a los levitas leemos:
"Traeréis al sacerdote un omer por primicias de los primeros frutos de vuestra siega: El cual mecerá el omer delante de Jehová, para que seáis aceptos; el siguiente día del Sábado lo mecerá el sacerdote... Y no comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios... Y os habéis de contar desde el siguiente día del Sábado, desde el día en que ofrecisteis el omer de la ofrenda mecída; siete semanas cumplidas serán, hasta el siguiente día del Sábado séptimo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis nuevo presente a Jehová. De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de flor de harina, cocidos con levadura, por primicias a Jehová. Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubieres allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días. Lev.23:10,11,14-17,39.
Vemos aquí ordenada la observancia de tres ritos para la siega: (1) La ceremonia de las gavillas mecidas, al principio o comienzo de la primera siega; (2) La ceremonia de los panes mecidos, al final o cierre de la primera siega; y (3) La fiesta de las Cabañas, al concluir la segunda siega. Debido a que son tipos, estas dos siegas de granos con sus tres sacramentos literales, consecuentemente prefiguran dos cosechas de almas con tres ritos espirituales, el primero de los cuales son
Los Primeros Frutos con Las Gavillas Mecidas y Los Panes Mecidos.
Siendo las gavillas mecidas (gavillas frescas) de granos que todavía permanecían en el tallo que se había cortado significaba que eran frutos para ser cosechados. Y como la gavilla iba a ser ofrendada antes de haber metido la hoz en el grano y juntarlas en manojos, obviamente señalaba a una cosecha espiritual de primeros frutos que habrían de ser recogidos. Lista de Referencias H.A.14 tipos y símbolos una profecía compacta. Dtg.33 fiel interprete de simbolos ha de venir Lev.23 ceremonias de la siega Mat.27:52,53 Resurrección de la multitud. 1 Cor.15:20; DTG.786. Cristo las Primicias. PE.34, 282 abandonando las ciudades. La cosecha ceremonial y su significado Pentecostés antediluviano Pentecostés Apostolico Tiempo biblico los santos proclaman el último mensaje de la bliblia en el último pentecostés - el eternal govierno en la tierra fin del tiempo de gracia C.O.L.72
10-- universal; 120--Pentecos-tés; 5--la biblia; 600--la biblia y los santos; 3--número simbólico de Cristo representativo de la trinidad; 6,000--tiempo de gracia literal el pentecostés Apostólico la fiesta de las cabañas la resurreción de Cristo. Juicio de los muertos Tiempo de Gracia De los Muertos segundos frutos De los Vivos las Primicias sellamiento Juicio de los Vivos Cierre de Gracia Después de 40 Días. En el Pentecostés, cincuenta días después de haber ofrendado la gavilla, el tipo, todo Israel debía ofrendar "Nuevo presente a Jehová... [dos panes para ofrenda mecida, cocidos con levadura"] por primicias a Jehová. Lev.23:16,17.
Tanto las Gavillas Mecidas como los panes mecidos eran ofrendas de agradecimiento por los primeros frutos. Uno era dedicado al comienzo de la siega y el otro al terminar la misma. En contraste con las gavillas mecidas de los granos recogidos tadavía en el tallo, (frescos) que prefiguraban frutos que iban a ser recogidos después que las gavillas habían sido ofrendadas, los panes mecidos, un producto ya completado, significaba frutos ya recogidos.
Veremos que el mandamiento que ordena la observancia del Sábado, el séptimo día de la semana (favor de referirse a la ilustración gráfica ya mencionada), tanto como la ordenanza en relación a la observación de las fiestas ceremoniales anuales, fueron registradas en el capítulo veinte y tres de Levíticos, verso 3. Por lo tanto debemos tener cuidado de no confundir una verdad con la otra.
Las gavillas mecidas debían ser ofrecidas "el día siguiente al Sábado"- esto es, el primer día de la semana, conocido hoy comunmente como Domingo. Esta ofrenda debía ser presentada, no en un día especial del més, sino en un día especial de la semana, antes de haber cortado el grano y haberlo juntado en manojos. (Lev.23:11,14). La semana.
Pascual que se celebraba precisamente en la temporada de las primicias era el período en el cual se ofrecía, usualmente, las gavillas mecidas delante del Señor, proyectaba en su ritual profético a Cristo, El Antitipo de las Gavillas Mecidas.
Por más de mil años la fiesta anual de las gavillas mecidas señalaba a su evento antitípico futuro, la resurrección de Cristo. Y el hecho de que Cristo resucitó en el mismo día siguiente al Sábado, no debe atribuirse a mera coincidencia o a ninguna otra causa ajena al designio Divino. "El fue el antitipo de las gavillas mecidas," declara el Espíritu de Profecía, "y su resurrección tomó lugar el mismo día en que esa gavilla era presentada delante del Señor."-Deseado de Todas Las Gentes, p.729.
Así Cristo, las primicias, y aquellos quienes se levantaron de la tumba con El, cuando El resucitó, siendo levantados para vida eterna, fueron el antitipo de las gavillas mecidas (agitadas) de los muertos. Y por cuanto las gavillas mecidas de grano (frescas, las primeras espigas de grano maduro, antes de haberse puesto la hoz a la mies), señalaban hacia adelante, a la recolección de los primeras frutos del campo, también aquellos que resucitaron con Cristo, siendo las primicias de los muertos, señalaban hacia adelante, a la recolección de las primicias del Evangelio -- los 120 discípulos. Pero como aquellos que se levantaron con Cristo ascendieron con El como trofeos de Su victoria sobre la muerte y la tumba, ellos a su vez vienen a ser un tipo viviente, y de esa forma.
Las Gavillas Mecidas de Los Vivos.
Igual como Cristo se levantó en el mismo día en que las gavillas eran ofrendadas, el Espíritu Santo, de la misma manera descendió sobre los 120 discípulos en el mismo día en que los panes mecidos eran presentados delante del Señor. El Pentecostés Apostólico fue, por consiguiente el prototipo de el Pentecostés ceremonial (el día en que se ofrendaban los panes mecidos). Y por cuanto las gavillas mecidas eran figura de Cristo y aquellos que resucitaron con El como los primeros de las primicias de los muertos, entonces los panes mecidos fueron una figura de los 120 discípulos llenos del Espirítu Santo quienes fueron el complemento completo de los primeros frutos de los muertos y que fueron juntados después de la resurrección.
De estos hechos podemos ver más claramente que aquellos que Cristo tomó con El fueron las gavillas mecidas vivientes y las únicas que han sido ofrendadas en el santuario celestial; y que como resucitados de entre los muertos, son las primicias de los muertos, mientras que como vivientes perpetuamente delante del Padre, son las gavillas mecidas vivientes de las primicias de los vivos, los 144,000 siervos de Dios, quienes consecuentemente preceden.
Los Segundos Frutos y La Fiesta de los Tabernáculos. Siendo los 120 discípulos en el día de Pentecostés, las primicias del evangelio de entre los muertos, por consiguiente la gran multitud añadida diariamente a la iglesia de allí en adelante, fueron naturalmente los segundos frutos del evangelio de entre los muertos.
"Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubieres allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días," dice el registro Levítico de los mandamientos del Señor en relación a los ritos de la siega,...y tomaréis el primer día gajos con fruto de árbol hermoso, ramas de palmas, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos; y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días... En cabañas habitaréis siete días, todo natural de Israel habitará en cabañas." Lev.23:39,40,42.
Como las gavillas mecidas y los panes mecidos son típos (representativos), entonces la fiesta de los Tabernáculos debe ser también representativa (tipo). De otra manera la ceremonia no hubiese sido observada como parte del rito de la siega. Y así como en el tipo la fiesta debía ser celebrada al concluir la recolección final de la siega anual, entonces para corresponder con el antitipo también esta debe celebrarse al cierre de la recolección final de la siega terrenal, la cual se está acercando a su cumplimiento. Así que el tiempo que se tomaba en producir y ofrendar las gavillas mecidas y los panes mecidos, y también en observar la fiesta de los Tabernáculos es representativo de todo el tiempo de la siega espiritual de los vivos y de los muertos. Tomando en consideración este hecho el Espíritu de Profecía dice: "La fiesta de los tabernáculos no era solo conmemorativa, sino representativa (tipo).. celebraba la recolección de los frutos de la tierra, y señalaba el gran día de la cosecha final, cuando el Señor de la siega ha de enviar a Sus segadores a juntar la cizaña en manojos para el fuego, y juntar el trigo en Su granero. Entonces los impíos serán destruídos. "Patriarcas y Profetas, p,583.
Claramente entonces, por cuanto los primeros y segundos frutos de la siega literal y sus ritos concurrentes prefiguraban una siega espiritual de primeros y segundos frutos los mismos han de ser culminados con la antitípica fiesta de los tabernáculos.
"Yo ví los santos," dice la siega del Señor al describir esta celebración, abandonando las ciudades y villas, y agrupándose en compañias, viviendo en los más solitarios lugares. Los ángeles les proveían agua y alimentos, mientras que los impíos padecían hambre y sed."-P.E.p,282.
De esta forma el Israel antiguo, habitando en cabañas, tipifica el Israel moderno, eventualmente, habitando en los bosques. Irrefutablemente, por lo tanto, la siega de Mateo 13 precede el fin del tiempo de gracia, y es el tiempo de juntar los primeros y segundos frutos--los 144,000 y "la gran multitud."--Todos los santos que han de ser trasladados.
Tal como la luz que apunta a este punto revela claramente que el Pentecostés después de la resurreción fue para la cosecha de aquellos que habrían de morir,
--82-- correspondientemente debe haber un Pentecostés para la cosecha de aquellos que han de ser trasladados. Y por la misma lógica, las gavillas mecidas y los panes mecidos deben tener también una aplicación doble, para los muertos como para los vivos, comprendiendo ambos el total de frutos de la siega espiritual antitípica.
El Pentecostés de la era Apostólica, en el poder proporcionado para la recolección de los segundos frutos hasta el comienzo del juicio de aquellos que al presente han muerto, prefigura el Pentecostés final, el cual está todavía en el futuro y que ha de proporcionar poder para juntar los segundos frutos de los vivos, aquellos que no verán la muerte. En otras palabras, aquellos que murieron previo al Pentecostés final han de ser juzgados mediante la verdad, la luz reflejada a través del poder del Pentecostés del tiempo Apostólico.
(Desde Su bautismo, hasta su ascención, Cristo enseño ampliamente, la verdad que había de preparar a aquellos que la aceptaran, para que pudieran impartirla. Y en el día de Pentecostés, el les habilitó con Su Espíritu para que la proclamaran con poder.)
Concerniente al juicio, la siega, la sierva del Señor declara: "Entonces ví el tercer ángel. Mi ángel acompañante dijo; Temerosa es su obra. Terrible es su misión. El es el ángel que ha de separar el trigo de la cizaña, y sellar, o atar, el trigo para el granero celestial. "Primeros Escritos, p.118.
"Ahora pues, no os burléis, porque no se aprieten más vuestras ataduras; porque consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído del Señor Jehová de los ejércitos. Estad atentos, y oíd mi voz; estad atentos, y oíd mi dicho." Isa.28:22,23.
Y ahora que aquellos que honestamente desean escuchar y obedecer la voz de la Verdad han tenido la oportunidad de comprender con la mayor claridad posible los varios aspectos del tópico del juicio, la siega, son traídos aquí a un enfoque consolidado:
El lector ha de acordarse que aquellos que fueron resucítados con Cristo en el día 18 del primero mes (favor referirse al cuadro de la página 55), fueron inmortalizados y recibidos en el cielo como la gavilla antitípica, indicando a la cosecha de frutos que no mueren. Su resurreción de entre los muertos significaba el comienzo de la cosecha de las primicias de los 120 discípulos que habrían de morir y ser resucitados. El hecho de que los seguidores de Cristo no estaban unanimes antes de la resurreción es testimonio muy positivo que las primicias (los 120) de aquellos que dormían no maduraron (completamente convertidos) hasta después de la resurrección.
Los 40 días de la presencia personal de Cristo sobre la tierra después de Su resurrección fué el tiempo en el cual los primeros frutos (primicias) fueron juntados, ya que después de Su ascención los Cristianos se encerraron en el aposento alto y no salieron a predicar la verdad hasta el día del Pentecostés. Los 120, que recibieron el poder del Espíritu Santo el mismo día en que los panes mecídos eran ofrecidos, fueron, por lo tanto, antitipos de los panes mecidos, señalando la terminación de la siega de las primicias. Subsecuentemente vinieron los segundos frutos de los muertos, en el período de los cuales la cizaña crecían junto con el trigo.
Maravillosa es sin duda la forma en la cual Dios ha obrado el plan de salvación y como lo ha revelado paso a paso según ha sido necesario. Cuando en 1844 comenzó el juicio investigador de los muertos y se comenzó a juntar las primicias de los vivos, el Señor no dejó a Su pueblo en obscuridad concerniente a estos eventos. La primera visión que recibió la Señora White en 1844 fue acerca de las primicias, los 144,000, los "siervos de nuestro Dios" que nunca han de conocer la muerte. (Vea Primeros Escritos,pg.13-16).
Así como Cristo y aquellos que El resucitó y llevó con El vinieron a ser las gavillas prototípicas, indicando la recolección de las primicias (los 120) de aquellos que han de ser resucitados, de la misma manera cuando El comenzó su ministerio sacerdotal en el primer departamento del santuario celestial, y se presentó a sí mismo y Sus trofeos ante Su Padre, ellos vinieron a ser antitipo de las gavillas, como indicio de la recoleción de las primicias de aquellos que han de ser trasladados (los 144,000 santos viventes). A la luz de éste paralelo, la condición espiritual de los 120 antes del Pentecostés apostólico es claramente vista como tipo de la condición espiritual de los 144,000 antes del Pentecostés del tiempo del fin.
Los 40 días (Hechos 1:3,9) de la resurreción a la ascención son por consiguiente tipo del período de 1844 hasta que se complete el sellamiento y matanza registrado en Ezequiel 9 y Apocalipsis 7:3-8;14. Respectivamente, y en Testimonios para los Ministros, p.445; Joyas de los Testimonios, tomo1,p.335,336; y Primeros Escritos, p.270-273.
Después que las primicias son sellados y la cizañas removidas de su medio, libres entonces de la influencia del mundo, tal como estaban los 120 en el día de Pentecostés, recibirán el "derramamiento del Espirítu Santo en una medida mayor, como lo demanda el aumento de impiedad por un llamado de arrepentimiento más determinado." Testimonios, Vol 7,p.33 (Inglés).
Las primicias de los muertos (120) siendo una compañía numerada, y los segundos frutos de los muertos (las multitudes que se han juntado después del Pentecostés) una compañía innumerable, así, por consiguiente, debe ser con los primeros y segundos frutos de los vivientes. De aquí el sellamiento de los 144,000 primicias; y además, dice Juan, " Después de estas cosas miré, y he aquí una grán compañia, la cual ninguno podía contar, de todas las gentes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y palmas en sus manos. Y todos los ángeles estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro seres vivientes." Apoc.7:9,11.
Noten cuidadosamente que esta gran multitud estaba delante del trono, no físicamente, sino figurativamente, como vemos en Primeros Escritos, P.55, y como deja de manifesto el doble hecho de que (1) los ángeles "estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro seres vivientes," mostrando que la gran multitud estaba fuera del círculo angelical; y además (2) la presencia de los ángeles, los ancianos, y los cuatro seres vivientes alrededor del trono muestra que el juicio (Apoc.4:2-6) todavía estaba en sesión, y que por lo tanto la gracia no había terminado.
Las palmas en las manos de la gran multitud (Apoc.7:9,11), y las "palmas de la victoria" puestas "en todas las manos" de " la innumerable hueste de los redimidos" (C.S.p, 704), indican dos eventos completamente diferentes: Porque en el último reciben las " palmas de la victoria y [un] arpa brillante," mientras que en el primero no tiene arpas sino palmas solamente. Claramente, entonces, mientras las arpas y las palmas de los huestes de los redimidos en el cielo son galardones actuales de victoria, las palmas de la gran multitud en la tierra son palmas de victoria figurativas.
Vemos ahora que a través del testimonio de los profetas, mediante parábolas, y los tipos ceremoniales, Dios ha labrado el hecho estructuralmente imponente de que (1) el juicio es la siega,- la separación de la cizaña del trigo-- el fin del mundo; y (2) el juicio, la siega, cubre dos fases, dos períodos: el primero para los muertos y el último para los vivos; y además (3) que uno toma lugar conforme a los registros en los libros del santuario celestial, mientras que el otro toma lugar simultáneamente en la iglesia, en la tierra, y en los libros en el cielo; y finalmente que (4) el hecho mismo de que el tema está siendo revelado al presente en toda su plenitud da testimonio que estamos justo al borde de pasar de la primera a la última fase y período y que estamos viviendo, por lo tanto, en los últimos días de la historia de este mundo.
Esta visión cuadruple del juicio, la siega, exalta de esta forma la verdad que contiene como una perla de gran precio, y revela que las profundidades de la Palabra de Dios son inmensurables: Su sabiduría inescrutable e infinita -- sin principio ni fin; Su caudal de conocimiento una fuente perpetua de verdad: Su presencia sempiterna; y Su belleza inefable!
Habiendo sido fortalecido el lector para asirse firmemente a esta verdad tan importante y fundamental, así como a todo el resto de la verdad, le instamos a seguir el método Divino (La Inspiración) al estudiar las escrituras, y evitar mediante esa práctica.

15/02/2010

FLAME

APRENDIENDO DE NUESTRA HISTORIA

"Los judíos en el tiempo de Cristo…
No podían ser los nuevos odres en los cuales él pudiera derramar su vino nuevo. Cristo estuvo obligado a buscar odres para su doctrina de verdad y vida entre otras personas que no eran los escribas y fariseos. Tuvo que buscar hombres que estuvieran dispuestos a recibir la regeneración del corazón…
La iglesia remanente está llamada a atravesar una experiencia similar a aquélla de los judíos."
(Mensajes Selectos, vol. I, p. 452, 453, 454).
"Las vicisitudes de los hijos de Israel y su actitud justamente antes de la primera venida de Cristo me han sido presentadas vez tras vez para ilustrar la posición del pueblo de Dios en su experiencia antes de la segunda venida de Cristo."
(Id., 475).
"En su gran misericordia el Señor envió un preciosísimo mensaje a su pueblo por medio de los pastores Waggoner y Jones. Este mensaje tenía que presentar en forma más destacada ante el mundo al sublime Salvador, el sacrificio por los pecados del mundo entero. Presentaba la justificación por la fe en el Garante; invitaba a la gente a recibir la justicia de Cristo, que se manifiesta en la obediencia a todos los mandamientos de Dios…
Es el mensaje del tercer ángel, que ha de ser proclamado en alta voz y acompañado por el abundante derramamiento de su Espíritu."
(Testimonios para los Ministros, p. 91, 92).
"Cuando Cristo vino a los judíos con todo el poder de su majestad, manifestando toda su gracia en prodigiosas curaciones y en el poderoso derramamiento de su Espíritu, no estarían dispuestos a reconocerlo. ¿Por qué? Porque reinaban allí los mismos prejuicios que habían morado en sus corazones, y los más poderosos milagros que hiciera no tendrían efecto alguno en sus corazones.
Si nos situamos en una posición en la que no vamos a reconocer la luz que Dios envía, o su mensaje para nosotros, estamos en peligro de pecar contra el Espíritu Santo. ¡Cómo podemos ir en procura de encontrar alguna pequeña cosa que se haya hecho, que nos permita colgar allí alguna de nuestras dudas, y empezar a cuestionar! El asunto es, ¿ha enviado Dios la verdad? ¿ha suscitado Dios a esos hombres para proclamar la verdad? Digo: –Sí. Dios ha enviado a hombres para proporcionarnos la verdad que no habríamos tenido si Dios no hubiese enviado alguien para que nos la trajese. Dios me ha permitido tener una luz en cuanto a lo que es su Espíritu Santo, por lo tanto, lo acepto, y no me atreveré más a levantar mi mano contra esas personas, puesto que sería contra Jesucristo mismo, quien debe ser reconocido en sus mensajeros.
Os pido ahora que seáis cuidadosos en cuanto a la posición que tomáis cada uno de vosotros, si os rodeáis de nubes de incredulidad debido a que veis imperfecciones; veis una palabra o un pequeño asunto, quizá, que puede ocurrir, y los juzgáis de acuerdo con ello. Debéis ver lo que Dios está haciendo con ellos. Ver si Dios está obrando con ellos, y entonces tenéis que reconocer el Espíritu de Dios que se revela en ellos. Si elegís resistirlo, estaréis actuando exactamente como lo hicieron los judíos."
(Manuscrito 2, 1890; The E.G.W. 1888 Materials, vol. II, p. 608, 609)
"Si mediante la gracia de Cristo su pueblo se transforma en recipientes nuevos, él los llenará con vino nuevo. Dios concederá luz adicional y se recuperarán verdades antiguas, que serán repuestas en el armazón de la verdad, y dondequiera vayan los obreros, triunfarán. Como embajadores de Cristo, han de escudriñar las Escrituras para investigar las verdades que se hallan ocultas bajo los escombros del error. Y han de comunicar a otros cada rayo de luz que reciban. Habrá un solo interés prevaleciente, un solo propósito que absorberá todos los demás: Cristo, justicia nuestra"
(Hijos e hijas de Dios, p. 261)
Y estas cosas les acontecieron en figura, y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado.

(1 Cor. 10:11)

LOS INIMIGOS INTERNOS SON MAS PELIGROSOS QUE LOS QUE ESTAN FUERA

“Tenemos mucho más que temer de enemigos internos que de externos. Los impedimentos para el vigor y el éxito provienen mucho más de la iglesia misma que del mundo. . . ¡con cuánta frecuencia los profesos defensores de la verdad han demostrado ser los mayores obstáculos para su adelanto!. . .”.-1MS 142 (1887). Eventos de los últimos días, p. 160.
Los adventistas del Séptimo Día tenemos mucho más que temer de enemigos internos que de los que están fuera de la iglesia, nos advirtió el Espíritu de Profecía. Sabemos que el enemigo de las almas odia la ley de Dios, y que desde hace seis mil años viene luchando contra ella acá en la tierra, tratando de llevar a todo el mundo al pecado, a la desobediencia a ella. Y su esfuerzo magistral se dirige contra aquellos que profesan servir a Dios, que creen ser su pueblo, para que por lo menos pisoteen uno de sus mandamientos, y sigan creyendo que están sirviendo a Dios. Ha logrado eso con casi toda la cristiandad nominal, ya que tanto la Iglesia Católica como las protestantes, no reconocen el sábado del cuarto mandamiento, haciéndose así culpables de la desobediencia a todos los mandamientos divinos, pues “el que guarda toda la ley, pero ofende en un punto, se hace culpable de todos” (Santiago 2: 10).
Pero si hay un pueblo al que Satanás odia especial y especificamente... ése es el pueblo adventista del séptimo día que ama a Dios y guarda todos sus mandamientos( no estoy hablando corporativa ni institucionalmente, sino de sus verdaderos hijos). Son los únicos que profesan la obediencia a toda la ley de Dios, tal como la Palabra de Dios lo exige a lo largo de todas sus hojas. Y su esfuerzo especial se dirige contra ellos, con el fin de hacer desaparecer de la faz de la tierra hasta el último cristiano llamado, escogido y fiel.
Pero el diablo sabía muy bien que para engañar a los adventistas del séptimo día, un ataque directo y abierto contra Dios y su Ley no le darían resultado, porque tenemos a mano una cantidad de textos bíblicos y de los Testimonios, con lo que reconoceríamos el engaño y lo rechazaríamos. Así que Satanás recurrió a un método indirecto, que hasta acá parece estar dándole excelentes resultados. En vez de atacar abiertamente a Dios ( ya vamos a ver que en realidad i hay un ataque abierto hacie el mismo Dios )y su ley, ataca los fundamentos que soportan (pilares de la fe) l. Es como si él quisiese derribar un edificio, pero en vez de atacarlo por arriba, lo trata de destruir por debajo, destruyendo sus pilares sin que nadie lo vea, para producir un derrumbe violento e inesperado que sorprendería a todos.
Este ataque está de esta dando dentro de la Igleisia Adventista del Séptimo Día, a través de quienes dicen que creen en los mandamientos de Dios, cuando en verdad están luchando contra ellos, de manera conciente y algunos inconcientemente( no quita que alla líderes sinceros...pero ignorantes de la verdad plena). Ya hace ciento dos años el Testimonio de Jesús nos advirtió acerca de esta obra diablolica:
“Un espíritu de maldad está obrando en la iglesia y constantemente se esfuerza por anular la ley de Dios”. Manuscrito 125, 4 de julio de 1907 Eventos finales, cap. 6 “La Apostasía”
Se trata de una gran traición, momento en el cual muchos, incluyendo a nuestros dirigentes, que hoy dicen ser adventistas del séptimo día, niegan a Dios y a su Ley para adaptarse a las leyes del mundo y evitar ser perseguidos. El gran engañador está preparando la mente de los adventistas de modo sutil, quitando los fundamentos bíblicos de la necesidad del hombre de obedecer la ley de Dios, para que cuando llegue la ley dominical, les resulte mucho más fácil aceptar las engañosas explicaciones que los falsos pastores van a dar para exigir el abandono del sábado de parte de los adventistas.
Pero lo peor de todo es que targibersan al Mismo Dios, y a su naturaleza, logrando asi una falsa adoración, porque recordemos que el gran conflicto de los siglos es la : Adoración.
"La causa de Cristo será traicionada. Aquellos que han tenido la luz de la verdad y gozado de sus bendiciones, pero se han apartado de ella, van a luchar en contra del Espíritu de Dios. Inspirados por un espíritu del abismo, van a destruir lo que una vez construyeron, a mostrar a todas las almas razonables que temen a Dios, que no se les puede confiar. Estos reclamarán la verdad y la justicia pero su espíritu y obras testifican que traicionan a su Señor. A los atributos de Satanás les llaman movimiento del Espíritu Santo." Review and Herald, vol 3, p 571, col 3.

14/02/2010

EVITAR INFINIDAD DE ENGANOS

Entre las multitudes que son engañados mientras hacen todo lo posible por escapar de la interpretación inspirada de Las Escrituras están, quizá en primer lugar, los extremistas, entre los cuales hay por lo menos dos clases, una que tiene la tendencia a interpretar en forma literal; y la otra con tendencias a interpretar en forma espiritual.
Tomemos por ejemplo la declaración de Juan el revelador: "...Vi delante del altar las almas de los que habían sido muertos por la palabra de Dios,...Y clamaban en alta voz diciendo: ¿Hasta cuado Señor, Santo y Verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre?" Apoc.6:9,10.
Los que ven todo literalmente por un lado, interpretarían esta declaración bíblica con el significado de que las almas estaban concientes y realmente clamaban, aunque la Biblia es muy explícita al señalar que "los muertos nada saben." Ecl.9:5. Además, si las almas debajo del altar estaban clamando literalmente por venganza sobre sus homicidas, entonces, para ser consecuente, la declaración del Señor, "La voz de la sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra" (Gen.4:10), además de la declaración, "todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso" (Isa.55:12), deben igualmente ser interpretadas en forma literal, a pesar del hecho de que físicamente es imposible que la sangre clame y que los árboles aplaudan.
Sin embargo, si todos estamos obligados a admitir que la sangre de Abel no podía clamar literalmente, y que los árboles solo figurativamente pueden aplaudir, entonces, para continuar siendo consistente, quien se va al extremo de aplicar todo en forma literal debería estar dispuesto a aceptar que actualmente " los muertos nada saben," que "duermen"-inconcientes. Fácilmente debería también percibir que las almas de los mártires clamando por venganza sobre sus homicidas, y que la sangre de Abel clamando por venganza sobre su homicida son casos virtualmente idénticos en circunstancias y condición. Ambos casos hallan una ilustración apropiada en la frase poética: "Escucho una voz clamando, la voz del campo marchito. Oh, Señor, ten piedad de mí. Caigan las lluvias del cielo. Apaga, Señor, mi alma ardiente."
Un alma que esta prisionera, en estado conciente, bajo algo, por cientos de años, sin nada más que hacer sino quejarse y languidecer en espera por la mañana de la resurreción y clamando por venganza sobre aquellos que derramaron su sangre,-! Que estado intolerable e inexpresivo el de esa alma!
La doctina, sin embargo, del estado inconciente, de los muertos no solamente trae paz a la mente preocupada del ser humano sino que a su vez adjudica amor y misericordia de parte de Dios hacia el impotente ser humano, siendo de esta forma, la única posición en el asunto que puede conducir al pecador a amar y confiar en Dios en forma razonable. Quienes, por el otro lado, se inclinan, por el contrario, a espiritualizar las almas, la matanza,los cielos, la tierra nueva, etc.,-para ellos esto no tiene individualidad ni realidad. Y en relación a la doctrina de la matanza cuando se le hace la simple pregunta, ¿Qué clase de matanza sería una matanza espiritual? No encuentra una respuesta.
En conección con este asunto, existe en todos, una gran necesidad: El Espírtu de Verdad, a Quien únicamente se le ha otorgado el derecho de interpretar las Escrituras.
La causa más común de confusión doctrinal entre estudiantes de la Biblía radica en que muy a menudo dejamos de ver el asunto en la perspectiva total del punto de vista del autor, falta cuyo resultado hace que lo vean de un punto de vista ajeno al intencionado disminuyendo su visión de tal forma que en lugar de beneficiarse en las ideas del escritor en relación al tema, consiguen una idea falsa del asunto. Y si la idea es de su agrado la magnifican y la promueven celosamente como verdad, mientras que si no es de su agrado, la oponen vigorosamente, y ponen entonces la responsabilidad sobre el escritor.
Para ilustrar como es que adquirimos una idea errónea de un asunto cuando tenemos una perspectiva errónea del mismo: un niño que acompaña a su madre al parque zoológico, y que nunca ha visto un pavo real antes, de momento se cruza con uno que huye de él y abre su plumaje real a toda capacidad creando ante sus ojos la ilusión de un abanico andante gigante!
Emocionado con la maravilla ilusoria que pasa ante él, exclama excitado por el paisaje solo para recibir la afirmación desilusionadora de su madre asegurándole que era solo un pavo real. En otra ocación, sin embargo, cuando acompañaba al padre al zoológico, nuevamente el niño vuelve a ver el pavo real, mas esta vez el pavo está de frente, con su plumaje extendido y mostrando un cuadro enteramente nuevo y diferente. Rápidamente se vuelve al padre con gran emoción para preguntarle lo que para él es una pregunta emocionante solo para oirle decir: Es un pavo real!
Dando entonces lugar a que comience una discución en donde el hijo protesta porque el pavo real que el vio cuando estaba con la madre no se parecía en nada al que estaba viendo ahora. Y viéndose incapaz de armonizar, como simples aspectos mayores y menores del mismo asunto, lo que él está observando al presente en vista frontal, o el punto de vista principal, y lo que el vió anteriormente de espaldas a él, o sea el punto de vista extraño, su mente vacila en confusión tratando de decidir si creer a la madre o al padre.
Así sucede con la Biblia cuando uno considera un tema desde un punto de vista ajeno al del autor.
Encuentra discrepancias en la posición sostenida por aquel que ve el tema o asunto a través de los ojos del autor. Por consiguiente, para mantener la falsa idea resultante de su punto de vista discordante, recurre entonces a fuentes externas: A un comentario o el otro; una versión y otra; a tecnicalidades e inferencias del lenguaje: En el Griego, en el Hebreo, en este, o aquel, o en el otro (lenguajes, ninguno de los cuales posiblemente escribe o lee); o hace referencia a este o aquel manuscrito (el cual con toda probabilidad nunca ha visto).
Al final de esta carretera torcida y distante lo único que ha conseguido es magnificar un pasaje de la escritura del tamaño de un hormiguero al tamaño de una montaña, o reducir, y aún a veces marginar, otros pasajes bíblicos del tamaño de una montaña al tamaño de un hormiguero, y todo porque la Biblia que el Señor ha depositado en sus manos, no apoya sus ideas. Estos procedimientos pretensiosos son calculados para demostrar sus alcances escolásticos en la esperanza de prestar a sus falsas ideas una apariencia de autoridad tal que obligue a aquellos que son puestos en contacto con sus teorías a aceptarlas.
Concretamente: cuando estamos tratando con el asunto del juicio, en ninguna instancia es imparcial dar la primera y la mayor consideración, a cualquier escrito que trata directamente con el asunto de la salvación, mientras que se hace solo inferencia incidental al asunto del juicio. Tomemos por ejemplo la declaración del apóstol Pablo:
"La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo; Donde entró por nosotros como precursor, Jesús; hecho Pontífice eternalmente según el orden de Melquisedec." Heb.6:19,20.
En lugar de mirar en el contexto de estos versículos la luz de todo lo que ha sido revelado en relación al tema, procedimiento que aseguraría la forma de pensar que refleja el autor en estos versículos, algunos estudiantes de la Biblia, perdiendo de vista el punto de vista de Pablo, magnifican tan desproporcionalmente la debida importancia de la declaración de estos versículos, que pone sobre esta interpretaciones las cuales, aunque tal vez sean suficientemente plausibles al tomarlas solas, las escrituras relacionadas al asunto son manifiestamente torcidas, forzadas e insostenibles. Forzar de tal manera la interpretación, es ser injusto con el autor, peligroso para el que se vea afectado y un acto criminal al que tal hace.
Para ilustrar el asunto aún más extensamente: Alrededor de una mesa están seis estudiantes de la Biblia y un infiel. En un lado están Pedro, Juan, y Santiago; en el otro están Verde, Moreno, y Negro; mientras que al extremo de la mesa está el infiel. El escucha atentamente a los seis mientras discuten el ministerio de Cristo después de Su ascención a la luz de Hebreos 9:19,20;9:12,26-
"La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo; Donde entró por nosotros como precursor, Jesús; hecho Pontífice eternalmente según el orden de Melquisedec." Heb.6:19,20.
"Y no por sangre de macho cabríos ni de becerros, más por su propia sangre, entró una sola vez en el Santuario, habiendo obtenido eterna redención." Heb.9:12.
"De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo. Mas ahora, una vez en la consumación de los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio de sí mismo." Heb.9:26.
Pedro, Santiago, y Juán que comparten la perspec-tiva del autor están en completo acuerdo que uno no puede, en una escritura importante que trata de la salvación, y refiriéndose al ministerio de Cristo solo en forma incidental, construir un comprendimiento básico correcto de Su ministerio, sino que por el contrario uno debe tomar los escritos de los profetas que bregan directamente con el santuario y su servicio, y entonces armonizar los escritos de Pablo con los de los profetas, y no los de los profetas con los de Pablo.
En cuanto a Pedro, Santiago y Juán, su discución resulta en la conclusión de que Pablo, para estar en armonía con ambos, él mismo y los profetas, debe entenderse que en Heb.6:19 está hablando en pasado profético (o sea, los hechos son futuros, aunque en tiempo presente o pasado), y que por lo tanto él está señalando al tiempo en que sus conversos estén con Cristo "una vez en la consumación de los siglos" (Heb.9:26), para entrar "dentro del velo," "Donde entró por nosotros como precursor, Jesús." Heb.6:20. ¿Cuando?-No en tiempos de Pablo, sino al presente, "en la consumación de los siglos," pues El "entró una sola vez en el Santuario." Heb.9:12.
Verde, Moreno y Negro, sin embargo, con sus puntos de vista extraños a los de estos versículos, están en desacuerdo aún entre si mismos: Negro, enfatizando Heb.6:19,20, está convencido que Pablo enseña que Cristo entró al lugar Santísimo inmediatamente después de Su ascención; Moreno, asiéndose firme en Heb.9:12, asegura que Cristo entró, no en el lugar Santísimo, sino en el lugar Santo; y Verde, basándose en la afirmación del versículo 26, insiste en que Cristo ha de entrar en el Santuario "una vez en la consumación de los siglos," después de la segunda venida.
Aún viendo desde de sus puntos de vista ajenos al del autor, Negro todavía argue que al usar el término, "el Santuario" Pabló se refería al lugar Santísimo," mientras que Moreno contiende que si Pablo, usa el término "Santuario" livianamente, significando el "lugar Santísimo," entonces, ¿como podemos saber si cuando él dice el "lugar Santísimo," no está haciendo referencia al "lugar Santo"?
Entonces, basado en el peso de la declaración de Moisés, "Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario del velo adentro, delante de la cubierta que está sobre el arca," (Lev.16:2), Negro, además, mantiene que Pablo, en las palabras, "mas por su propia sangre entró...en el Santuario" (Heb.9:12), se refiere al lugar Santísimo Heb.9:3. Pero Pedro insiste que para interpretar el uso que Pablo le da al término "Santuario" significa el lugar "Santísimo," es injusto e irrazonable, ya que ningún escritor en su sano juicio, hablando de ambos apartamentos, usaría los términos indiscrimi-nadamente, esperando que los lectores comprendieran la idea que el está tratando de proyectar. Negro, sin embargo, recalca que Moisés usa el término "lugar santo" (Lev.16:2) refiriéndose al segundo apartamento.
En respuesta a esto, Pedro protesta que Moisés lo hace así porque mientras que él llama el segundo apartamento "el Santuario del velo adentro,"llama el primer apartamento "el tabernáculo de la congregación" (versículo 16), en tanto Pablo eligió para referirse al primer apartamento "el lugar santo" y para el segundo apartamento, "el lugar Santísimo."
De nuevo: Pedro insiste que si en los escritos de Pablo, donde se discuten ambos apartamentos, uno está justificado al interpretar " el Santuario" como queriendo decir " el lugar Santísimo".

03/02/2010

SIGNIFICADOS ACERCA DE LA BIBLIA

Su significado, origen y contenido.
Texto: 2 Pedro 1:21
I. ¿Qué significa el término Biblia? Biblia: viene del griego Biblion, que significa "colección de libros". También es conocida como "Los Rollos, Las Escrituras, La Palabra".
II. ¿Por qué la Biblia es palabra de Dios? Porque fue inspirada por Dios. (Jer. 36:2, 2da. Ped.1:21, 2da. Tim. 3:16) Por su fidelidad y cumplimiento. Cristo mismo afirmó su autenticidad y veracidad. (Ez. 12:25, Lc. 4:21, Jn. 5:46-.47) Porque permanece. Fue escrita hace mucho tiempo y ha llegado a nosotros en un estado de preservación. (Isa. 40:8, Mt. 24:35)
III. Estructura de la Biblia. La Biblia es una reunión de 66 libros divididos en dos partes conocidas hasta hoy como: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Para su mejor estudio daremos datos de cada uno de ellos, así diremos que:
A. El Antiguo Testamento Está formado por 39 libros que pueden clasificarse de la manera siguiente:
1. Libros de la Ley o Pentateuco. a. Génesis; b. Exodo; c. Levítico; d. Números; e. Deuteronomio.
2. Libros históricos. a. Josué; b. Jueces; c. Rut; d. 1 Samuel; e. 2 Samuel; f. 1 Reyes; g. 2 Reyes; h. I Crónicas i. 2 Crónicas; j. Esdras; k. Nehemías; l. Ester.
3. Libros de Poesía. a. Job; b. Salmos; c. Proverbios; d. Eclesiastés; e. Cantares
4. Libros de Profetas Mayores. a. Isaías; b. Jeremías; c. Lamentaciones; d. Ezequiel; e. Daniel
5. Libros de Profetas Menores. a. Oseas; b. Joel; c. Amós; d. Abdías; e. Jonás; f. Miqueas; g. Nahúm; h. Habacuc; i. Sofonías; j. Hageo; k. Zacarías; l. Malaquías
B. El Nuevo Testamento
Está formado por 27 libros, que también podemos ordenarlos de esta forma:
1. Evangelios. a. San Mateo; b. San Marcos; c. San Lucas; d. San Juan
2. Libro de Historia. a. Libro de los Hechos
3. Epístolas Paulinas. a. Romanos; b. 1 Corintios; c. 2 Corintios; d. Gálatas; e. Efesios; f. Filipenses; g. Colosenses
h. 1 Tesalonicenses; i. 2 Tesalonicenses; j. I Timoteo; k. 2 Timoteo; l. Tito; m. Filemón
4. La carta a los Hebreos. [no se sabe a ciencia cierta quien la escribió]
5. Epístolas Universales. a. Santiago; b. 1 Pedro; c. 2 Pedro; d. 1 Juan; e. 2 Juan; f. 3 Juan; g. Judas
6. Libro de Profecía. a. Apocalipsis
IV. El Origen de la Biblia.
A. La Biblia misma nos dice de donde vino. (2 Tim. 3:16 17 y 2 Pedro 1:21) "Inspirados por el Espíritu Santo."
B. Fueron más de 40 hombres inspirados por el Espíritu Santo que escribieron la Biblia. Eran de todas clases sociales desde campesinos hasta reyes. Fue escrita durante un período de más de 1600 años. A pesar de esto, no hay errores ni contradicciones. Es una maravilla de unidad, de pensamiento, historia, profecía y verdad espiritual. Esto prueba que detrás de los autores humanos había un Autor Divino. ¡La Biblia es la Palabra de Dios!
V. Tres Palabras Importantes.
Para comprender como llegó la Biblia a nosotros hay que entender estas tres Palabras: Revelación, inspiración, e iluminación. Encontramos estos tres pensamientos en 1 Corintios 2:9-16.
A. Revelación 1 Corintios 2: 9 11. La única manera de saber lo que está en la mente de otra persona es que esa persona lo revele. La única manera por la cual podemos saber lo de Dios es que Dios nos lo reveló. (v. 11) Esto fue hecho por medio del Espíritu Santo. (V. 9 10) El Espíritu Santo reveló las verdades a los escritores de la Biblia.
B. Inspiración 1 Cor. 2:12 13. No era suficiente para Dios revelar Sus verdades a ciertos hombres. También los inspiró a predicarlas y escribirlas para el beneficio de otros. No solamente les dio las ideas, sino las palabras con que expresarse. (v. 13) Pero usó el carácter y el vocabulario del autor humano. Es importante recordar que la Biblia fue escrita originalmente palabra por palabra como fue inspirada por Dios. Se llama inspiración verbal. Es una doctrina básica de la Iglesia de Dios
C. Iluminación 1 Cor. 2:14 16. Se trata del poder de entender la Biblia. El hombre natural, o sea el perdido, no puede recibir las cosas espirituales porque no ha nacido de nuevo. (Juan 3:5 7) La persona que es templo del Espíritu Santo y está lleno de Él puede entender las Escrituras a base del estudio y la oración. El Espíritu Santo es el Maestro Divino. (1 Juan 2:27)
VI. La iglesia cree que su origen es divino.
A. Las Iglesias cristianas de todos los tiempos, creemos que la Santa Biblia fue escrita por hombres inspirados sobrenaturalmente; y que ella es, por lo tanto, y será hasta el fin de las edades, la única revelación completa y final de la unión cristiana y la voluntad de Dios al hombre; que ella es el centro verdadero de la unión cristiana y la norma suprema por la cual toda conducta humana, todos los credos y todas las opiniones deben probarse.
B. Por la Santa Biblia nosotros aceptamos la colección de sesenta y seis libros, del Génesis al Apocalipsis, la cual en su forma escrita original, no solamente contiene y transmite la Palabra de Dios, sino que es la misma Palabra de Dios.
C. Por Inspiración, nosotros damos a entender que los libros de la Biblia fueron escritos por antiguos hombres santos, quienes fueron movidos por el Espíritu Santo en una forma tan definitiva, que sus escritos fueron sobrenatural y verbalmente inspirados y estuvieron libres de error, como ningunos otros escritos lo han sido ni lo serán jamás.

LA INSPIRACION VERBAL DE LA BIBLIA

2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:21
INTRODUCCION. La expresión "inspiración de la Biblia" designa la influencia carismática, divina, sobre los autores humanos de las Sagradas Escrituras por medio de la cual, sin que los escritores cesaran de ser los autores de sus respectivos libros, se dice que Dios es el inspirador y autor original de los libros bíblicos. Esto significa que la Biblia, habiendo sido escrita bajo la influencia sobrenatural que el Espíritu Santo ejerció sobre los autores sagrados, tiene a Dios como a su autor final y viene a ser la infalible y digna de toda confianza Palabra de Dios.
I. Terminología
A. El verbo "inspirar" viene del latín in-spirare. Aunque in-spirare literalmente significa "respirar hacia adentro", esto es, "aspirar", gradualmente vino a ser usada para describir la influencia por la cual Dios es la fuente de los libros sagrados.
B. Dos textos importantes en la terminología.
1. En el Nuevo Testamento no hay mas que una sola palabra en conexión con las Escrituras que se traduce "inspirada"; esta palabra es theopnéustos y ocurre en 2 Timoteo 3:16: "Toda la Escritura es inspirada por Dios...".
a. Ya que las raíces de theopnéustos son theós (Dios) y pnéo (arrojar el aliento), la idea, por lo tanto, de 2 Timoteo 3:16 es que las Escrituras son "exhaladas por Dios", el resultado del aliento creador de Dios. Es una forma de afirmar que las Escrituras son el resultado directo de una operación específicamente divina.
b. El origen divino de la Biblia implicado en el uso de la palabra theopnéustos contiene un concepto hebreo, ya que entre los hebreos “el aliento de Dios” era sinónimo de su poder creador: "Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca" (Sal. 33:6).
c. La identificación de "aliento con "espíritu" que se encuentra en este texto se debe al hecho de que el aliento, señal obvia de vida, era un símbolo de la vida misma, por ejemplo: "Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente" (Gn.2:7).
d. Es así que el poder creador de Dios ejercido cuando el hombre vino a ser un ser viviente por la vida que le fue comunicada cuando Dios sopló en su nariz, y la habilidad sobrenatural de producir el universo de la nada por la sola presencia de su aliento, son tomados por el autor de 2 Timoteo y atribuidos a las Escrituras.
2. Otra palabra que se usa en el Nuevo Testamento en conexión con la inspiración divina de la Biblia es ferómenoi, de féro (cargar), la cual se usa en 2 Pedro 1:21: "Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo movidos por el Espíritu Santo."
a. La idea en este texto es que la profecía dada por Dios no fue el resultado del impulso propio del hombre sino oráculos divinos pronunciados por hombres santos al ser movidos (manejados) por el Espíritu Santo.
b. Esto es, lo que estos hombres dijeron fue un impulso del Espíritu Santo.
3. Por lo tanto, ambas palabras, theopnéustos (inspirada) y ferómenoi (movidos) evocan la figura de un viento lleno de vida y dinamismo: las Escrituras son el producto de la vida del Espíritu Santo cuando alentó y movió a los autores sagrados.
II. Datos bíblicos.
A. “Las Escrituras”
1. Una de las formas en que los autores del Nuevo Testamento expresan su creencia en el origen divino de la Biblia es por el uso repetido de los términos "la Escritura" o "las Escrituras"
2. El término "Escritura" se usa unas treinta veces, y la forma plural "Escrituras", unas veinte.
3. La frase "para que se cumpliese" se asocia con "la(s) Escritura(s)" para indicar que algo tenía que suceder por causa de la autoridad de las Escrituras.
4. El apóstol Pablo utiliza el término "Escritura(s)" para significar "Dios" (Ro.9:17; 10:11; Gá.3:8,22; 4:30), sugiriendo que lo que ellas dicen lo dice Dios.
5. Las Escrituras son llamadas también "santas", y se dice que presentan el evangelio de Dios el cual El prometió de antemano por los profetas (Ro. 1: 2).
6. La infalibilidad de las Escrituras se declara al afirmarse que no pueden ser quebrantadas (Jn.10:35).
B. "Dicho por el Espíritu Santo"
1. La influencia directa del Espíritu Santo en el origen de las Escrituras se afirma por el hecho de que los autores del Nuevo Testamento le atribuyen a El lo que se registra en el Antiguo Testamento, esto es, que lo que está escrito en el Antiguo Testamento no es otra cosa mas que el Espíritu Santo hablando, por ejemplo:
a. "Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo (Mr. 12:36, citando el Sal. 110: 1).
b. "Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló por boca de David (Hech. 1: 16).
c. "Por lo cual, como dice el Espíritu Santo . . . --- (Heb.3:7, citando el Sal. 95:7-11).
2. Una de las convicciones más fuertes de los autores del Nuevo Testamento es la influencia del Espíritu Santo sobre los autores del Antiguo.
C. "Oráculos de Dios"
1. En el texto griego del Nuevo Testamento la palabra lógion (oráculo) ocurre cuatro veces (Hch.7:38; Ro.3:2; He.5:12; 1 P. 4:11). En nuestras versiones en español se traduce "palabra de vida---, "palabra(s) de Dios".
2. En la literatura clásica lógion viene siendo un dicho corto pronunciado por una deidad. De manera que cuando los autores bíblicos utilizan la palabra lógion, en referencia a las Escrituras, es para señalar la convicción que ellos tenían de su procedencia divina.
D. La Biblia, un registro de la auto-revelación de Dios.
1. La Biblia es considerada también ser divinamente inspirada porque contiene la auto revelación de Dios al mundo: es un registro de las intervenciones de Dios en la historia humana revelándose a sí mismo y llevando a cabo su eterno propósito de salvar la humanidad.
2. Este doble propósito: revelarse a sí mismo, y redimir la raza humana se realizó en la persona de su Hijo, por quien ha hablado (He. 1:2), dado vida eterna (Jn. 17:3), y redimido un pueblo (Ap. 5:9).
3. La auto-revelación de Dios en la persona de Cristo fue el misterio predicado a las naciones (1 Ti. 3:16) y recibido como la Palabra de Dios.
4. Según San Pedro, lo que los apóstoles anunciaron fue un mensaje inspirado a ellos por el Espíritu Santo y considerado como Palabra de Dios; la inspiración de ellos fue por el mismo Espíritu que movió a los profetas, y el contenido de su mensaje fue la persona de Cristo, quien es la revelación del misterio escondido (1 P. 1: 10- 12).
5. Todas las intervenciones divinas en la historia humana por las cuales Dios ha escogido revelarse a sí mismo constituyen la historia de la salvación de la cual la Biblia es un registro escrito. Por lo tanto, la Biblia es considerada divinamente inspirada porque contiene la historia de la redención.
CONCLUSION. Creemos que la Biblia fue inspirada divinamente: 1) porque así lo declaran Pablo y Pedro (2 Ti.3:16; 2 P.1:21); 2) porque es considerada como "la Escritura" por excelencia; 3) porque su contenido fue dicho por el Espíritu Santo; 4) porque es llamada un oráculo de Dios, y 5) porque es un registro de la auto-revelación de Dios para darse a conocer y para salvar la humanidad.