Aunque el verdadero significado y tiempo de la siega es en grán medida confuso para muchos y confundido por algunos, si estudiamos muy de cerca la Escritura quedará aclarada en forma simple; tal como aclaró el tiempo de sembrar la semilla y el período de el trigo y la cizaña.
Con sus ojos, capaces de penetrar la densa niebla de los siglos, Cristo anticipó la negligencia de Sus Atalayas y la maldad que habría de brotar en Su iglesia. No obstante, cuando Sus sirvientes le preguntaron: "¿No sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? ...¿Quieres, pues, que vayamos y las arranquemos?...El les dijo: No, porque sacando la cizaña, no arranqueis con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en mi alfolí." Mat.13:27-30.
La siega es el "resultado de esfuerzo", de trabajo, "juntar del grano"-segar el resultado del trabajo y la labor y llenar los graneros con granos. Así, en lugar de terminar el año de labor con el comienzo de la siega es cuando comienza el trabajo más árduo. Y aunque el tiempo de la siega es el más corto de todos los períodos del año de cosecha, el trabajo de segar no se lleva a cabo en un momento; toma tiempo. El producto no es almacenado convirtiendo el campo en un granero; no, eso se llamaría un conglomerado y no una siega. Primero se mete la hoz en el grano, luego el grano es juntado en manojos, después es desgranado, y entonces es almacenado en el granero; entonces la paja y la cizaña son destruídas. Habiéndose completado este trabajo durante el otoño, muestra que la siega es un período de tiempo después que "acabóse el verano" y es seguido por el período infructuoso del invierno.
De la misma forma debe suceder con la siega espiritual, de otra forma la siega literal no sería una ilustración pertinente. No estimemos en poco la sabiduría de Dios: Sus ilustraciones son perfectas.
Considere, ahora, con que exacta fídelidad a la siega natural el Maestro ha declarado las verdades de la siega espiritual: "Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega," "El dice: "y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en Mi alfolí." Mat.13:30.
En éstas palabras parabólicas Cristo ha hecho el método espiritual de segar análogo al metodo natural.
Si uno no fuera precisamente como el otro, el hubiese hecho distinción en la diferencia. Sean, por lo tanto amonestados, a no permitir que la vana imaginación entre en la mente, sino estad firmes en las escrituras, porque ellas están llenas de significado de inigualable valor-verdaderamente lo son, su propia vida.
Como la palabra "hasta" quiere decir "al momento de" la cizaña, por lo tanto, ha de juntarse, no antes ni después de la siega, sino al comienzo de ésta. Y el "tiempo de la siega," siendo el fin del tiempo de gracia (Palabras de Vida del Gran Maestro, p.50), entonces la siega misma necesariamente preceda el fin del tiempo de gracia-la temporada infructousa del invierno. Por consiguiente, la cizaña es separada del trigo antes y no después del fin del tiempo de gracia.
El trigo, "los hijos del reino" (verso 38), son juntados en el alfolí, el reino; la cizaña, "los hijos del malo" (verso 38),--meros profesos, aquellos que son solo oídores y no hacedores de la palabra, y a quienes se les otorgó la membresía mientras "los hombres dormían"-"son juntados y lanzados al fuego" (verso 40), después que el trigo es juntado en manojos. Pero, ¿Quienes Son Los Segadores?
"Los segadores son los ángeles" quienes "saldrán y apartarán a los malos de entre los justos." Mat.13.39,49. Estos ángeles no son los mismos que han de "venir" con
Cristo en Su segunda venida, sino aquellos que El "envía". Son estos como los tres ángeles de Apoc.14:6-11. De hecho, el tercer ángel "es el que separa el trigo de la cizaña, y sella, o junta, el trigo para el granero celestial."--Primeros Escritos, p.118. Por lo tanto, los ángeles, los segadores, a quien Cristo envía, incluye al ángel del sellamiento, o que junta el grano, y los que le siguen para llevar a cabo la matanza (Ez.9:2,5,6), primero en la iglesia, y luego en el mundo. Es, pues, la
Separación en dos Secciones.
La orden, "y juntarán de su reino todos los escándalos, y los que hacen iniquidad, "no significa juntar Sus santos de la tierra para el cielo; tampoco significa destruir los impíos de la tierra; porque los primeros han de ser juntados, no directamente para el cielo, sino primeramente para "el granero", el reino terrenal; y los últimos no son destruídos inmediatamente "en el tiempo de la siega," sino que primero son juntados en manojos, y luego son destruídos, como se ilustra más adelante en la parábola de la red:
"Así mismo el reino de los cielos es semejante a la red, que echada en la mar, saca todo suerte de peces; la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, juntaron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera," Mat.13:47,48. --67--
Esta parábola también muestra la separación de los impíos de entre el pueblo de Dios en la iglesia (la red), siendo ésta la primera sección de la obra de separación, el comienzo de la siega. La sección subsiguiente sigue en el mundo, mientras la tierra es iluminada con la gloria del ángel del "fuerte pregón" y "otra voz del cielo" dice: "Salid de ella, pueblo mio, para que no seaís participantes de sus pecados, y no recibáis de sus plagas. "Apoc.18:4.
Note que en la primera sección de la separación, la que se lleva a cabo en la iglesia, los impíos son sacados de entre los justos, mientras que en la segunda, la que toma lugar en Babilonia, los justos son llamados de entre los impíos.
Como el "campo" es "el mundo" (Mat.13:38), la parábola del trigo y la cizaña necesariamente incluye ambas secciones de la siega. Por el contrario, como la "red" levanta los "peces," los conversos que ha producido la iglesia que proclama el evangelio, la parábola de la red por lo tanto está limitada a la separación en la iglesia. Combinadas ellas ilustran la
Relación de las Primicias y los Segundos Frutos.
A Isaías también se le mostró esta doble siega. "Por que Jehová juzgará con fuego y con su espada," profetizó él, a toda carne; y los muertos de Jehová serán multiplicados. Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de puerco, y abominación, y ratón; juntamente serán talados, dice Jehová." Isa.66:16,17.
Los muertos del Señor, en esta escritura, son aquellos que profesan estar en la fé, que se adjudican santificación y purificación, basados en los méritos de la justicia de Cristo. Ellos caminan, es decir, en sus propias sendas, no en obediencia a la verdad.
Cubiertos en estos mantos espurios de santificación y purificación, posan como reformadores, mientras que todo el tiempo se han extasiado en las abominaciones de los paganos; en secreto-"unos tras otros," (en inglés dice: en los jardines detrás de un árbol), o como explica el texto en inglés al margen, dejándose guiar unos trás otros. Y la comida (carne de cerdo, y ratón, y abominación,-cualquiera sea o dondequiera estén éstos cristianos paganos,-alimentos usados respectivamente solo en ciertas partes del mundo, entre diferentes clases y razas) con los cuales gratifican sus apetitos, muestra que la destrucción consecuente entre estos auto-santificados y auto-purificados está en la iglesia a nivel mundial.
Que esto no fue entre los gentiles, los cuales no conocían la verdad acerca de Dios y Su grán poder, puede verse claramente en las palabras del Señor: "Enviaré de los escapados de ellos a las gentes, a Tarsis, a Pul y Lud, que disparan arco, a Tubal y a Javán, (Las naciones gentiles de hoy día mencionadas por sus antiguos nombres), a las islas apartadas que no oyeron de mi, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las gentes." Isa.66:19.
Siendo que estos que han escapado ( las primicias, los 144,000 siervos de Dios, Apoc.7:3) "traeran a todos vuestros hermanos" (Los segundos frutos, la grán multitud-Apoc.7:9), "por presente a Jehová"... de entre todas las naciones (Isa.66:20) esta grán reunión necesariamente, por lo tanto, es la obra final del evangelio-la segunda sección de la siega.
Y además, puesto que estos escapados han de traer todos sus hermanos "a mi santo monte de Jerusalén, dice el Señor," "en vasos limpios a la casa de Jehová," (Isa.66:20), se hace evidente el hecho de que la destrucción de los impíos, resulta en la purificación de la iglesia. Los "vasos limpios" son, por lo tanto, la iglesia purificada, compuesta de los que han escapado- las primicias, los 144,000-quienes, libres de los impíos (la cizaña) "como siervos del Señor" traerán entonces los segundos frutos, la gran multitud que no se puede contar, de entre toda nación.
Habiéndose completado la segunda sección de la separación se cierra el tiempo de gracia. En consecuencia de lo cual se escuchará el horrible lamento de perdición de los impíos: "Pasóse la siega, acabóse el verano, y nosotros no hemos sido salvos." Jer. 8:20.
Siendo ésta la terrible experiencia de la cizaña en Babilonia, en la segunda sección de la siega, debe haber, como "tipo" una experiencia similar precedente para la cizaña en la iglesia de Laodicea, en la primera sección de la siega, paralelo que muestra concluyentemente que
La Iglesia No Es Babilonia.
La razón por la cual la iglesia no es figurativamente "Babilonia" es que ella es denominada Jerusalén (Eze.9:4,8), y porque de entre los buenos en ese lugar, los impíos (la cizaña) son destruídos, echados fuera, por los seis varones con las armas de destrucción. (Eze.9:6-9), y luego de esto los buenos (el trigo) son juntados en "el granero," mientras que los impíos en Babilonia, quedan en Babilonia y los justos ("Pueblo mio") son llamados a salir de ella para ser juntados en "el granero" y entonces los siete ángeles derraman las siete últimas plagas, y los impíos restantes son destruídos.
De este modo, en la primera sección de la separación en la iglesia, los impíos son destruídos por seis varones con armas de destrucción, antes de haber sacado a los buenos; y en la segunda sección, la separación entre las iglesias en Babilonia, los impíos son destruídos por siete ángeles con las siete últimas plagas, después que los buenos han salido fuera. Hay por lo tanto dos separaciónes y dos frutos: La primera produce los primeros frutos, los 144,000, que no se han contaminado con mujeres (Apoc.14:4). Estos son aquellos a quienes el mensaje del sellamiento les halla en la iglesia de Dios, y no en las iglesias paganas. Y la segunda produce los segundos frutos, la gran multitud de todas las naciones, algunos de los cuales puede que tampoco se hayan contaminado con mujeres-iglesias paganas.
Habiendo estudiado hasta ahora el Juicio, la siega, a la luz de los testimonios de los profetas y las parábolas de Cristo, ahora lo examinaremos
A La Luz Del Servicio Ceremonial.
Así como el Espíritu de Profecía declara que "el sistema completo de tipos y símbolos era una profecía compacta del evangelio, una presentación en la cual estaban resumidas las promesas de la redención." (Hechos de los Apóstoles,P.12), también el plan de la salvación es revelado no solo en el testimonio de los profetas y en las parábolas de Cristo sino también en los tipos y símbolos del santuario terrenal. En adición a esto, las experiencias del pueblo en el período típico "les acontecieron," se nos ha informado "en figura;" " y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado." 1Cor.10:11. Lógicamente estamos obligados por el mismo principio a prestar atención a las instrucciónes de Dios a Moisés:
"A los diez de este mes séptimo será el día de las expiaciones...Para reconciliarnos delante de Jehová vuestro Dios. Porque toda persona que no se afligiera en este mismo día, será cortada de sus pueblos." "Expiar a los hijos de Israel...una vez al año." Lev.23:27-29; 16:34.
Cuando uno es "cortado de entre su pueblo" por causa de pecado, su nombre también debe ser "removido del libro de los vivos." Sal.69:28. Consecuentemente, el día de la expiación era un día antitípico de la expiación (el juicio investigador)-el día en el cual el Señor removerá de su libro los nombres de todos los pecadores, y "separará" de la congregación de Su pueblo aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro.
En relación al día de expiación típico, el Señor ordenó a través de Moisés: "en este día se os reconciliará para limpiaros; y sereis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová,... Y expiará el Santuario santo, y el tabernáculo del testimonio; expiará, también el altar." Lev.16:30,33.
Siendo el día de expiación en el tipo para ambos, muertos y vivos, el servicio del tabernáculo terrenal, por lo tanto, el día de expiación proyecta en el antitipo la purificación del santuario celestial de nombres indignos de estar en los libros y la purificación de la iglesia aquí en la tierra de sus miembros inconversos e inestables, trayendo así el tiempo de libros puros, una iglesia pura, y un pueblo puro.
Proyectando su mirada hacia ese día de purificación Zacarías profetizó: "En aquel tiempo estará sobre las campanillas de los caballos: Santidad a Jehová; y las ollas en la casa de Jehová serán como los tazones delante del altar. Y será toda olla en Jerusalén y en Judá santidad a Jehová de los ejércitos...y no habrá más cananeo alguno en la casa de Jehová de los ejércitos en aquel tiempo." Zac.14:20,21.
Envisionando la misma escena, el profeta Isaías declara: "Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los Reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano de Dios tuyo. Nunca más te llamarán Desamparada...sino que serás llamada Hefzibá...Pueblo Santo." Isa.62:2-4,12.
"Empero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis el monte de mi santidad,...Y dejaréis vuestro nombre, por maldición a mis elegidos; y el Señor Jehová os matará, y a sus siervos llamará por otro nombre." Isa.65:11,15.
"El pueblo sin entendimiento caerá." Oseas. 4:14. "Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purificados; mas los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos." Dan.12:10.
Aquellos que tienen una visión clara sobre la verdad de la siega tal como es enseñada en los Testimonios de los profetas y en las parábolas tendrán una visión aún más clara a medida que estudiamos el significado de
Las Gavillas Mecidas, Los Panes Mecidos Y la Fiesta de los Tabernáculos.
Para ilustrar nuestra salvación en plenitud, los ritos de la siega del sistema ceremonial deben, por lo tanto, corroborar los testimonios de los profetas y las parábolas concernientes a la siega ya que todos están intricadamente unidos. Las ceremonias de los primeros y segundos frutos del grano, por consiguiente, deben revelar la verdad concerniente a los primeros y segundos frutos de la humanidad. En la ley dada a los levitas leemos:
"Traeréis al sacerdote un omer por primicias de los primeros frutos de vuestra siega: El cual mecerá el omer delante de Jehová, para que seáis aceptos; el siguiente día del Sábado lo mecerá el sacerdote... Y no comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios... Y os habéis de contar desde el siguiente día del Sábado, desde el día en que ofrecisteis el omer de la ofrenda mecída; siete semanas cumplidas serán, hasta el siguiente día del Sábado séptimo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis nuevo presente a Jehová. De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de flor de harina, cocidos con levadura, por primicias a Jehová. Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubieres allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días. Lev.23:10,11,14-17,39.
Vemos aquí ordenada la observancia de tres ritos para la siega: (1) La ceremonia de las gavillas mecidas, al principio o comienzo de la primera siega; (2) La ceremonia de los panes mecidos, al final o cierre de la primera siega; y (3) La fiesta de las Cabañas, al concluir la segunda siega. Debido a que son tipos, estas dos siegas de granos con sus tres sacramentos literales, consecuentemente prefiguran dos cosechas de almas con tres ritos espirituales, el primero de los cuales son
Los Primeros Frutos con Las Gavillas Mecidas y Los Panes Mecidos.
Siendo las gavillas mecidas (gavillas frescas) de granos que todavía permanecían en el tallo que se había cortado significaba que eran frutos para ser cosechados. Y como la gavilla iba a ser ofrendada antes de haber metido la hoz en el grano y juntarlas en manojos, obviamente señalaba a una cosecha espiritual de primeros frutos que habrían de ser recogidos. Lista de Referencias H.A.14 tipos y símbolos una profecía compacta. Dtg.33 fiel interprete de simbolos ha de venir Lev.23 ceremonias de la siega Mat.27:52,53 Resurrección de la multitud. 1 Cor.15:20; DTG.786. Cristo las Primicias. PE.34, 282 abandonando las ciudades. La cosecha ceremonial y su significado Pentecostés antediluviano Pentecostés Apostolico Tiempo biblico los santos proclaman el último mensaje de la bliblia en el último pentecostés - el eternal govierno en la tierra fin del tiempo de gracia C.O.L.72
10-- universal; 120--Pentecos-tés; 5--la biblia; 600--la biblia y los santos; 3--número simbólico de Cristo representativo de la trinidad; 6,000--tiempo de gracia literal el pentecostés Apostólico la fiesta de las cabañas la resurreción de Cristo. Juicio de los muertos Tiempo de Gracia De los Muertos segundos frutos De los Vivos las Primicias sellamiento Juicio de los Vivos Cierre de Gracia Después de 40 Días. En el Pentecostés, cincuenta días después de haber ofrendado la gavilla, el tipo, todo Israel debía ofrendar "Nuevo presente a Jehová... [dos panes para ofrenda mecida, cocidos con levadura"] por primicias a Jehová. Lev.23:16,17.
Tanto las Gavillas Mecidas como los panes mecidos eran ofrendas de agradecimiento por los primeros frutos. Uno era dedicado al comienzo de la siega y el otro al terminar la misma. En contraste con las gavillas mecidas de los granos recogidos tadavía en el tallo, (frescos) que prefiguraban frutos que iban a ser recogidos después que las gavillas habían sido ofrendadas, los panes mecidos, un producto ya completado, significaba frutos ya recogidos.
Veremos que el mandamiento que ordena la observancia del Sábado, el séptimo día de la semana (favor de referirse a la ilustración gráfica ya mencionada), tanto como la ordenanza en relación a la observación de las fiestas ceremoniales anuales, fueron registradas en el capítulo veinte y tres de Levíticos, verso 3. Por lo tanto debemos tener cuidado de no confundir una verdad con la otra.
Las gavillas mecidas debían ser ofrecidas "el día siguiente al Sábado"- esto es, el primer día de la semana, conocido hoy comunmente como Domingo. Esta ofrenda debía ser presentada, no en un día especial del més, sino en un día especial de la semana, antes de haber cortado el grano y haberlo juntado en manojos. (Lev.23:11,14). La semana.
Pascual que se celebraba precisamente en la temporada de las primicias era el período en el cual se ofrecía, usualmente, las gavillas mecidas delante del Señor, proyectaba en su ritual profético a Cristo, El Antitipo de las Gavillas Mecidas.
Por más de mil años la fiesta anual de las gavillas mecidas señalaba a su evento antitípico futuro, la resurrección de Cristo. Y el hecho de que Cristo resucitó en el mismo día siguiente al Sábado, no debe atribuirse a mera coincidencia o a ninguna otra causa ajena al designio Divino. "El fue el antitipo de las gavillas mecidas," declara el Espíritu de Profecía, "y su resurrección tomó lugar el mismo día en que esa gavilla era presentada delante del Señor."-Deseado de Todas Las Gentes, p.729.
Así Cristo, las primicias, y aquellos quienes se levantaron de la tumba con El, cuando El resucitó, siendo levantados para vida eterna, fueron el antitipo de las gavillas mecidas (agitadas) de los muertos. Y por cuanto las gavillas mecidas de grano (frescas, las primeras espigas de grano maduro, antes de haberse puesto la hoz a la mies), señalaban hacia adelante, a la recolección de los primeras frutos del campo, también aquellos que resucitaron con Cristo, siendo las primicias de los muertos, señalaban hacia adelante, a la recolección de las primicias del Evangelio -- los 120 discípulos. Pero como aquellos que se levantaron con Cristo ascendieron con El como trofeos de Su victoria sobre la muerte y la tumba, ellos a su vez vienen a ser un tipo viviente, y de esa forma.
Las Gavillas Mecidas de Los Vivos.
Igual como Cristo se levantó en el mismo día en que las gavillas eran ofrendadas, el Espíritu Santo, de la misma manera descendió sobre los 120 discípulos en el mismo día en que los panes mecidos eran presentados delante del Señor. El Pentecostés Apostólico fue, por consiguiente el prototipo de el Pentecostés ceremonial (el día en que se ofrendaban los panes mecidos). Y por cuanto las gavillas mecidas eran figura de Cristo y aquellos que resucitaron con El como los primeros de las primicias de los muertos, entonces los panes mecidos fueron una figura de los 120 discípulos llenos del Espirítu Santo quienes fueron el complemento completo de los primeros frutos de los muertos y que fueron juntados después de la resurrección.
De estos hechos podemos ver más claramente que aquellos que Cristo tomó con El fueron las gavillas mecidas vivientes y las únicas que han sido ofrendadas en el santuario celestial; y que como resucitados de entre los muertos, son las primicias de los muertos, mientras que como vivientes perpetuamente delante del Padre, son las gavillas mecidas vivientes de las primicias de los vivos, los 144,000 siervos de Dios, quienes consecuentemente preceden.
Los Segundos Frutos y La Fiesta de los Tabernáculos. Siendo los 120 discípulos en el día de Pentecostés, las primicias del evangelio de entre los muertos, por consiguiente la gran multitud añadida diariamente a la iglesia de allí en adelante, fueron naturalmente los segundos frutos del evangelio de entre los muertos.
"Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubieres allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días," dice el registro Levítico de los mandamientos del Señor en relación a los ritos de la siega,...y tomaréis el primer día gajos con fruto de árbol hermoso, ramas de palmas, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos; y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días... En cabañas habitaréis siete días, todo natural de Israel habitará en cabañas." Lev.23:39,40,42.
Como las gavillas mecidas y los panes mecidos son típos (representativos), entonces la fiesta de los Tabernáculos debe ser también representativa (tipo). De otra manera la ceremonia no hubiese sido observada como parte del rito de la siega. Y así como en el tipo la fiesta debía ser celebrada al concluir la recolección final de la siega anual, entonces para corresponder con el antitipo también esta debe celebrarse al cierre de la recolección final de la siega terrenal, la cual se está acercando a su cumplimiento. Así que el tiempo que se tomaba en producir y ofrendar las gavillas mecidas y los panes mecidos, y también en observar la fiesta de los Tabernáculos es representativo de todo el tiempo de la siega espiritual de los vivos y de los muertos. Tomando en consideración este hecho el Espíritu de Profecía dice: "La fiesta de los tabernáculos no era solo conmemorativa, sino representativa (tipo).. celebraba la recolección de los frutos de la tierra, y señalaba el gran día de la cosecha final, cuando el Señor de la siega ha de enviar a Sus segadores a juntar la cizaña en manojos para el fuego, y juntar el trigo en Su granero. Entonces los impíos serán destruídos. "Patriarcas y Profetas, p,583.
Claramente entonces, por cuanto los primeros y segundos frutos de la siega literal y sus ritos concurrentes prefiguraban una siega espiritual de primeros y segundos frutos los mismos han de ser culminados con la antitípica fiesta de los tabernáculos.
"Yo ví los santos," dice la siega del Señor al describir esta celebración, abandonando las ciudades y villas, y agrupándose en compañias, viviendo en los más solitarios lugares. Los ángeles les proveían agua y alimentos, mientras que los impíos padecían hambre y sed."-P.E.p,282.
De esta forma el Israel antiguo, habitando en cabañas, tipifica el Israel moderno, eventualmente, habitando en los bosques. Irrefutablemente, por lo tanto, la siega de Mateo 13 precede el fin del tiempo de gracia, y es el tiempo de juntar los primeros y segundos frutos--los 144,000 y "la gran multitud."--Todos los santos que han de ser trasladados.
Tal como la luz que apunta a este punto revela claramente que el Pentecostés después de la resurreción fue para la cosecha de aquellos que habrían de morir,
--82-- correspondientemente debe haber un Pentecostés para la cosecha de aquellos que han de ser trasladados. Y por la misma lógica, las gavillas mecidas y los panes mecidos deben tener también una aplicación doble, para los muertos como para los vivos, comprendiendo ambos el total de frutos de la siega espiritual antitípica.
El Pentecostés de la era Apostólica, en el poder proporcionado para la recolección de los segundos frutos hasta el comienzo del juicio de aquellos que al presente han muerto, prefigura el Pentecostés final, el cual está todavía en el futuro y que ha de proporcionar poder para juntar los segundos frutos de los vivos, aquellos que no verán la muerte. En otras palabras, aquellos que murieron previo al Pentecostés final han de ser juzgados mediante la verdad, la luz reflejada a través del poder del Pentecostés del tiempo Apostólico.
(Desde Su bautismo, hasta su ascención, Cristo enseño ampliamente, la verdad que había de preparar a aquellos que la aceptaran, para que pudieran impartirla. Y en el día de Pentecostés, el les habilitó con Su Espíritu para que la proclamaran con poder.)
Concerniente al juicio, la siega, la sierva del Señor declara: "Entonces ví el tercer ángel. Mi ángel acompañante dijo; Temerosa es su obra. Terrible es su misión. El es el ángel que ha de separar el trigo de la cizaña, y sellar, o atar, el trigo para el granero celestial. "Primeros Escritos, p.118.
"Ahora pues, no os burléis, porque no se aprieten más vuestras ataduras; porque consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído del Señor Jehová de los ejércitos. Estad atentos, y oíd mi voz; estad atentos, y oíd mi dicho." Isa.28:22,23.
Y ahora que aquellos que honestamente desean escuchar y obedecer la voz de la Verdad han tenido la oportunidad de comprender con la mayor claridad posible los varios aspectos del tópico del juicio, la siega, son traídos aquí a un enfoque consolidado:
El lector ha de acordarse que aquellos que fueron resucítados con Cristo en el día 18 del primero mes (favor referirse al cuadro de la página 55), fueron inmortalizados y recibidos en el cielo como la gavilla antitípica, indicando a la cosecha de frutos que no mueren. Su resurreción de entre los muertos significaba el comienzo de la cosecha de las primicias de los 120 discípulos que habrían de morir y ser resucitados. El hecho de que los seguidores de Cristo no estaban unanimes antes de la resurreción es testimonio muy positivo que las primicias (los 120) de aquellos que dormían no maduraron (completamente convertidos) hasta después de la resurrección.
Los 40 días de la presencia personal de Cristo sobre la tierra después de Su resurrección fué el tiempo en el cual los primeros frutos (primicias) fueron juntados, ya que después de Su ascención los Cristianos se encerraron en el aposento alto y no salieron a predicar la verdad hasta el día del Pentecostés. Los 120, que recibieron el poder del Espíritu Santo el mismo día en que los panes mecídos eran ofrecidos, fueron, por lo tanto, antitipos de los panes mecidos, señalando la terminación de la siega de las primicias. Subsecuentemente vinieron los segundos frutos de los muertos, en el período de los cuales la cizaña crecían junto con el trigo.
Maravillosa es sin duda la forma en la cual Dios ha obrado el plan de salvación y como lo ha revelado paso a paso según ha sido necesario. Cuando en 1844 comenzó el juicio investigador de los muertos y se comenzó a juntar las primicias de los vivos, el Señor no dejó a Su pueblo en obscuridad concerniente a estos eventos. La primera visión que recibió la Señora White en 1844 fue acerca de las primicias, los 144,000, los "siervos de nuestro Dios" que nunca han de conocer la muerte. (Vea Primeros Escritos,pg.13-16).
Así como Cristo y aquellos que El resucitó y llevó con El vinieron a ser las gavillas prototípicas, indicando la recolección de las primicias (los 120) de aquellos que han de ser resucitados, de la misma manera cuando El comenzó su ministerio sacerdotal en el primer departamento del santuario celestial, y se presentó a sí mismo y Sus trofeos ante Su Padre, ellos vinieron a ser antitipo de las gavillas, como indicio de la recoleción de las primicias de aquellos que han de ser trasladados (los 144,000 santos viventes). A la luz de éste paralelo, la condición espiritual de los 120 antes del Pentecostés apostólico es claramente vista como tipo de la condición espiritual de los 144,000 antes del Pentecostés del tiempo del fin.
Los 40 días (Hechos 1:3,9) de la resurreción a la ascención son por consiguiente tipo del período de 1844 hasta que se complete el sellamiento y matanza registrado en Ezequiel 9 y Apocalipsis 7:3-8;14. Respectivamente, y en Testimonios para los Ministros, p.445; Joyas de los Testimonios, tomo1,p.335,336; y Primeros Escritos, p.270-273.
Después que las primicias son sellados y la cizañas removidas de su medio, libres entonces de la influencia del mundo, tal como estaban los 120 en el día de Pentecostés, recibirán el "derramamiento del Espirítu Santo en una medida mayor, como lo demanda el aumento de impiedad por un llamado de arrepentimiento más determinado." Testimonios, Vol 7,p.33 (Inglés).
Las primicias de los muertos (120) siendo una compañía numerada, y los segundos frutos de los muertos (las multitudes que se han juntado después del Pentecostés) una compañía innumerable, así, por consiguiente, debe ser con los primeros y segundos frutos de los vivientes. De aquí el sellamiento de los 144,000 primicias; y además, dice Juan, " Después de estas cosas miré, y he aquí una grán compañia, la cual ninguno podía contar, de todas las gentes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y palmas en sus manos. Y todos los ángeles estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro seres vivientes." Apoc.7:9,11.
Noten cuidadosamente que esta gran multitud estaba delante del trono, no físicamente, sino figurativamente, como vemos en Primeros Escritos, P.55, y como deja de manifesto el doble hecho de que (1) los ángeles "estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro seres vivientes," mostrando que la gran multitud estaba fuera del círculo angelical; y además (2) la presencia de los ángeles, los ancianos, y los cuatro seres vivientes alrededor del trono muestra que el juicio (Apoc.4:2-6) todavía estaba en sesión, y que por lo tanto la gracia no había terminado.
Las palmas en las manos de la gran multitud (Apoc.7:9,11), y las "palmas de la victoria" puestas "en todas las manos" de " la innumerable hueste de los redimidos" (C.S.p, 704), indican dos eventos completamente diferentes: Porque en el último reciben las " palmas de la victoria y [un] arpa brillante," mientras que en el primero no tiene arpas sino palmas solamente. Claramente, entonces, mientras las arpas y las palmas de los huestes de los redimidos en el cielo son galardones actuales de victoria, las palmas de la gran multitud en la tierra son palmas de victoria figurativas.
Vemos ahora que a través del testimonio de los profetas, mediante parábolas, y los tipos ceremoniales, Dios ha labrado el hecho estructuralmente imponente de que (1) el juicio es la siega,- la separación de la cizaña del trigo-- el fin del mundo; y (2) el juicio, la siega, cubre dos fases, dos períodos: el primero para los muertos y el último para los vivos; y además (3) que uno toma lugar conforme a los registros en los libros del santuario celestial, mientras que el otro toma lugar simultáneamente en la iglesia, en la tierra, y en los libros en el cielo; y finalmente que (4) el hecho mismo de que el tema está siendo revelado al presente en toda su plenitud da testimonio que estamos justo al borde de pasar de la primera a la última fase y período y que estamos viviendo, por lo tanto, en los últimos días de la historia de este mundo.
Esta visión cuadruple del juicio, la siega, exalta de esta forma la verdad que contiene como una perla de gran precio, y revela que las profundidades de la Palabra de Dios son inmensurables: Su sabiduría inescrutable e infinita -- sin principio ni fin; Su caudal de conocimiento una fuente perpetua de verdad: Su presencia sempiterna; y Su belleza inefable!
Habiendo sido fortalecido el lector para asirse firmemente a esta verdad tan importante y fundamental, así como a todo el resto de la verdad, le instamos a seguir el método Divino (La Inspiración) al estudiar las escrituras, y evitar mediante esa práctica.
Con sus ojos, capaces de penetrar la densa niebla de los siglos, Cristo anticipó la negligencia de Sus Atalayas y la maldad que habría de brotar en Su iglesia. No obstante, cuando Sus sirvientes le preguntaron: "¿No sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? ...¿Quieres, pues, que vayamos y las arranquemos?...El les dijo: No, porque sacando la cizaña, no arranqueis con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en mi alfolí." Mat.13:27-30.
La siega es el "resultado de esfuerzo", de trabajo, "juntar del grano"-segar el resultado del trabajo y la labor y llenar los graneros con granos. Así, en lugar de terminar el año de labor con el comienzo de la siega es cuando comienza el trabajo más árduo. Y aunque el tiempo de la siega es el más corto de todos los períodos del año de cosecha, el trabajo de segar no se lleva a cabo en un momento; toma tiempo. El producto no es almacenado convirtiendo el campo en un granero; no, eso se llamaría un conglomerado y no una siega. Primero se mete la hoz en el grano, luego el grano es juntado en manojos, después es desgranado, y entonces es almacenado en el granero; entonces la paja y la cizaña son destruídas. Habiéndose completado este trabajo durante el otoño, muestra que la siega es un período de tiempo después que "acabóse el verano" y es seguido por el período infructuoso del invierno.
De la misma forma debe suceder con la siega espiritual, de otra forma la siega literal no sería una ilustración pertinente. No estimemos en poco la sabiduría de Dios: Sus ilustraciones son perfectas.
Considere, ahora, con que exacta fídelidad a la siega natural el Maestro ha declarado las verdades de la siega espiritual: "Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega," "El dice: "y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas juntad el trigo en Mi alfolí." Mat.13:30.
En éstas palabras parabólicas Cristo ha hecho el método espiritual de segar análogo al metodo natural.
Si uno no fuera precisamente como el otro, el hubiese hecho distinción en la diferencia. Sean, por lo tanto amonestados, a no permitir que la vana imaginación entre en la mente, sino estad firmes en las escrituras, porque ellas están llenas de significado de inigualable valor-verdaderamente lo son, su propia vida.
Como la palabra "hasta" quiere decir "al momento de" la cizaña, por lo tanto, ha de juntarse, no antes ni después de la siega, sino al comienzo de ésta. Y el "tiempo de la siega," siendo el fin del tiempo de gracia (Palabras de Vida del Gran Maestro, p.50), entonces la siega misma necesariamente preceda el fin del tiempo de gracia-la temporada infructousa del invierno. Por consiguiente, la cizaña es separada del trigo antes y no después del fin del tiempo de gracia.
El trigo, "los hijos del reino" (verso 38), son juntados en el alfolí, el reino; la cizaña, "los hijos del malo" (verso 38),--meros profesos, aquellos que son solo oídores y no hacedores de la palabra, y a quienes se les otorgó la membresía mientras "los hombres dormían"-"son juntados y lanzados al fuego" (verso 40), después que el trigo es juntado en manojos. Pero, ¿Quienes Son Los Segadores?
"Los segadores son los ángeles" quienes "saldrán y apartarán a los malos de entre los justos." Mat.13.39,49. Estos ángeles no son los mismos que han de "venir" con
Cristo en Su segunda venida, sino aquellos que El "envía". Son estos como los tres ángeles de Apoc.14:6-11. De hecho, el tercer ángel "es el que separa el trigo de la cizaña, y sella, o junta, el trigo para el granero celestial."--Primeros Escritos, p.118. Por lo tanto, los ángeles, los segadores, a quien Cristo envía, incluye al ángel del sellamiento, o que junta el grano, y los que le siguen para llevar a cabo la matanza (Ez.9:2,5,6), primero en la iglesia, y luego en el mundo. Es, pues, la
Separación en dos Secciones.
La orden, "y juntarán de su reino todos los escándalos, y los que hacen iniquidad, "no significa juntar Sus santos de la tierra para el cielo; tampoco significa destruir los impíos de la tierra; porque los primeros han de ser juntados, no directamente para el cielo, sino primeramente para "el granero", el reino terrenal; y los últimos no son destruídos inmediatamente "en el tiempo de la siega," sino que primero son juntados en manojos, y luego son destruídos, como se ilustra más adelante en la parábola de la red:
"Así mismo el reino de los cielos es semejante a la red, que echada en la mar, saca todo suerte de peces; la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, juntaron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera," Mat.13:47,48. --67--
Esta parábola también muestra la separación de los impíos de entre el pueblo de Dios en la iglesia (la red), siendo ésta la primera sección de la obra de separación, el comienzo de la siega. La sección subsiguiente sigue en el mundo, mientras la tierra es iluminada con la gloria del ángel del "fuerte pregón" y "otra voz del cielo" dice: "Salid de ella, pueblo mio, para que no seaís participantes de sus pecados, y no recibáis de sus plagas. "Apoc.18:4.
Note que en la primera sección de la separación, la que se lleva a cabo en la iglesia, los impíos son sacados de entre los justos, mientras que en la segunda, la que toma lugar en Babilonia, los justos son llamados de entre los impíos.
Como el "campo" es "el mundo" (Mat.13:38), la parábola del trigo y la cizaña necesariamente incluye ambas secciones de la siega. Por el contrario, como la "red" levanta los "peces," los conversos que ha producido la iglesia que proclama el evangelio, la parábola de la red por lo tanto está limitada a la separación en la iglesia. Combinadas ellas ilustran la
Relación de las Primicias y los Segundos Frutos.
A Isaías también se le mostró esta doble siega. "Por que Jehová juzgará con fuego y con su espada," profetizó él, a toda carne; y los muertos de Jehová serán multiplicados. Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de puerco, y abominación, y ratón; juntamente serán talados, dice Jehová." Isa.66:16,17.
Los muertos del Señor, en esta escritura, son aquellos que profesan estar en la fé, que se adjudican santificación y purificación, basados en los méritos de la justicia de Cristo. Ellos caminan, es decir, en sus propias sendas, no en obediencia a la verdad.
Cubiertos en estos mantos espurios de santificación y purificación, posan como reformadores, mientras que todo el tiempo se han extasiado en las abominaciones de los paganos; en secreto-"unos tras otros," (en inglés dice: en los jardines detrás de un árbol), o como explica el texto en inglés al margen, dejándose guiar unos trás otros. Y la comida (carne de cerdo, y ratón, y abominación,-cualquiera sea o dondequiera estén éstos cristianos paganos,-alimentos usados respectivamente solo en ciertas partes del mundo, entre diferentes clases y razas) con los cuales gratifican sus apetitos, muestra que la destrucción consecuente entre estos auto-santificados y auto-purificados está en la iglesia a nivel mundial.
Que esto no fue entre los gentiles, los cuales no conocían la verdad acerca de Dios y Su grán poder, puede verse claramente en las palabras del Señor: "Enviaré de los escapados de ellos a las gentes, a Tarsis, a Pul y Lud, que disparan arco, a Tubal y a Javán, (Las naciones gentiles de hoy día mencionadas por sus antiguos nombres), a las islas apartadas que no oyeron de mi, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las gentes." Isa.66:19.
Siendo que estos que han escapado ( las primicias, los 144,000 siervos de Dios, Apoc.7:3) "traeran a todos vuestros hermanos" (Los segundos frutos, la grán multitud-Apoc.7:9), "por presente a Jehová"... de entre todas las naciones (Isa.66:20) esta grán reunión necesariamente, por lo tanto, es la obra final del evangelio-la segunda sección de la siega.
Y además, puesto que estos escapados han de traer todos sus hermanos "a mi santo monte de Jerusalén, dice el Señor," "en vasos limpios a la casa de Jehová," (Isa.66:20), se hace evidente el hecho de que la destrucción de los impíos, resulta en la purificación de la iglesia. Los "vasos limpios" son, por lo tanto, la iglesia purificada, compuesta de los que han escapado- las primicias, los 144,000-quienes, libres de los impíos (la cizaña) "como siervos del Señor" traerán entonces los segundos frutos, la gran multitud que no se puede contar, de entre toda nación.
Habiéndose completado la segunda sección de la separación se cierra el tiempo de gracia. En consecuencia de lo cual se escuchará el horrible lamento de perdición de los impíos: "Pasóse la siega, acabóse el verano, y nosotros no hemos sido salvos." Jer. 8:20.
Siendo ésta la terrible experiencia de la cizaña en Babilonia, en la segunda sección de la siega, debe haber, como "tipo" una experiencia similar precedente para la cizaña en la iglesia de Laodicea, en la primera sección de la siega, paralelo que muestra concluyentemente que
La Iglesia No Es Babilonia.
La razón por la cual la iglesia no es figurativamente "Babilonia" es que ella es denominada Jerusalén (Eze.9:4,8), y porque de entre los buenos en ese lugar, los impíos (la cizaña) son destruídos, echados fuera, por los seis varones con las armas de destrucción. (Eze.9:6-9), y luego de esto los buenos (el trigo) son juntados en "el granero," mientras que los impíos en Babilonia, quedan en Babilonia y los justos ("Pueblo mio") son llamados a salir de ella para ser juntados en "el granero" y entonces los siete ángeles derraman las siete últimas plagas, y los impíos restantes son destruídos.
De este modo, en la primera sección de la separación en la iglesia, los impíos son destruídos por seis varones con armas de destrucción, antes de haber sacado a los buenos; y en la segunda sección, la separación entre las iglesias en Babilonia, los impíos son destruídos por siete ángeles con las siete últimas plagas, después que los buenos han salido fuera. Hay por lo tanto dos separaciónes y dos frutos: La primera produce los primeros frutos, los 144,000, que no se han contaminado con mujeres (Apoc.14:4). Estos son aquellos a quienes el mensaje del sellamiento les halla en la iglesia de Dios, y no en las iglesias paganas. Y la segunda produce los segundos frutos, la gran multitud de todas las naciones, algunos de los cuales puede que tampoco se hayan contaminado con mujeres-iglesias paganas.
Habiendo estudiado hasta ahora el Juicio, la siega, a la luz de los testimonios de los profetas y las parábolas de Cristo, ahora lo examinaremos
A La Luz Del Servicio Ceremonial.
Así como el Espíritu de Profecía declara que "el sistema completo de tipos y símbolos era una profecía compacta del evangelio, una presentación en la cual estaban resumidas las promesas de la redención." (Hechos de los Apóstoles,P.12), también el plan de la salvación es revelado no solo en el testimonio de los profetas y en las parábolas de Cristo sino también en los tipos y símbolos del santuario terrenal. En adición a esto, las experiencias del pueblo en el período típico "les acontecieron," se nos ha informado "en figura;" " y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado." 1Cor.10:11. Lógicamente estamos obligados por el mismo principio a prestar atención a las instrucciónes de Dios a Moisés:
"A los diez de este mes séptimo será el día de las expiaciones...Para reconciliarnos delante de Jehová vuestro Dios. Porque toda persona que no se afligiera en este mismo día, será cortada de sus pueblos." "Expiar a los hijos de Israel...una vez al año." Lev.23:27-29; 16:34.
Cuando uno es "cortado de entre su pueblo" por causa de pecado, su nombre también debe ser "removido del libro de los vivos." Sal.69:28. Consecuentemente, el día de la expiación era un día antitípico de la expiación (el juicio investigador)-el día en el cual el Señor removerá de su libro los nombres de todos los pecadores, y "separará" de la congregación de Su pueblo aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro.
En relación al día de expiación típico, el Señor ordenó a través de Moisés: "en este día se os reconciliará para limpiaros; y sereis limpios de todos vuestros pecados delante de Jehová,... Y expiará el Santuario santo, y el tabernáculo del testimonio; expiará, también el altar." Lev.16:30,33.
Siendo el día de expiación en el tipo para ambos, muertos y vivos, el servicio del tabernáculo terrenal, por lo tanto, el día de expiación proyecta en el antitipo la purificación del santuario celestial de nombres indignos de estar en los libros y la purificación de la iglesia aquí en la tierra de sus miembros inconversos e inestables, trayendo así el tiempo de libros puros, una iglesia pura, y un pueblo puro.
Proyectando su mirada hacia ese día de purificación Zacarías profetizó: "En aquel tiempo estará sobre las campanillas de los caballos: Santidad a Jehová; y las ollas en la casa de Jehová serán como los tazones delante del altar. Y será toda olla en Jerusalén y en Judá santidad a Jehová de los ejércitos...y no habrá más cananeo alguno en la casa de Jehová de los ejércitos en aquel tiempo." Zac.14:20,21.
Envisionando la misma escena, el profeta Isaías declara: "Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los Reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano de Dios tuyo. Nunca más te llamarán Desamparada...sino que serás llamada Hefzibá...Pueblo Santo." Isa.62:2-4,12.
"Empero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis el monte de mi santidad,...Y dejaréis vuestro nombre, por maldición a mis elegidos; y el Señor Jehová os matará, y a sus siervos llamará por otro nombre." Isa.65:11,15.
"El pueblo sin entendimiento caerá." Oseas. 4:14. "Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purificados; mas los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los entendidos." Dan.12:10.
Aquellos que tienen una visión clara sobre la verdad de la siega tal como es enseñada en los Testimonios de los profetas y en las parábolas tendrán una visión aún más clara a medida que estudiamos el significado de
Las Gavillas Mecidas, Los Panes Mecidos Y la Fiesta de los Tabernáculos.
Para ilustrar nuestra salvación en plenitud, los ritos de la siega del sistema ceremonial deben, por lo tanto, corroborar los testimonios de los profetas y las parábolas concernientes a la siega ya que todos están intricadamente unidos. Las ceremonias de los primeros y segundos frutos del grano, por consiguiente, deben revelar la verdad concerniente a los primeros y segundos frutos de la humanidad. En la ley dada a los levitas leemos:
"Traeréis al sacerdote un omer por primicias de los primeros frutos de vuestra siega: El cual mecerá el omer delante de Jehová, para que seáis aceptos; el siguiente día del Sábado lo mecerá el sacerdote... Y no comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios... Y os habéis de contar desde el siguiente día del Sábado, desde el día en que ofrecisteis el omer de la ofrenda mecída; siete semanas cumplidas serán, hasta el siguiente día del Sábado séptimo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis nuevo presente a Jehová. De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de flor de harina, cocidos con levadura, por primicias a Jehová. Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubieres allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días. Lev.23:10,11,14-17,39.
Vemos aquí ordenada la observancia de tres ritos para la siega: (1) La ceremonia de las gavillas mecidas, al principio o comienzo de la primera siega; (2) La ceremonia de los panes mecidos, al final o cierre de la primera siega; y (3) La fiesta de las Cabañas, al concluir la segunda siega. Debido a que son tipos, estas dos siegas de granos con sus tres sacramentos literales, consecuentemente prefiguran dos cosechas de almas con tres ritos espirituales, el primero de los cuales son
Los Primeros Frutos con Las Gavillas Mecidas y Los Panes Mecidos.
Siendo las gavillas mecidas (gavillas frescas) de granos que todavía permanecían en el tallo que se había cortado significaba que eran frutos para ser cosechados. Y como la gavilla iba a ser ofrendada antes de haber metido la hoz en el grano y juntarlas en manojos, obviamente señalaba a una cosecha espiritual de primeros frutos que habrían de ser recogidos. Lista de Referencias H.A.14 tipos y símbolos una profecía compacta. Dtg.33 fiel interprete de simbolos ha de venir Lev.23 ceremonias de la siega Mat.27:52,53 Resurrección de la multitud. 1 Cor.15:20; DTG.786. Cristo las Primicias. PE.34, 282 abandonando las ciudades. La cosecha ceremonial y su significado Pentecostés antediluviano Pentecostés Apostolico Tiempo biblico los santos proclaman el último mensaje de la bliblia en el último pentecostés - el eternal govierno en la tierra fin del tiempo de gracia C.O.L.72
10-- universal; 120--Pentecos-tés; 5--la biblia; 600--la biblia y los santos; 3--número simbólico de Cristo representativo de la trinidad; 6,000--tiempo de gracia literal el pentecostés Apostólico la fiesta de las cabañas la resurreción de Cristo. Juicio de los muertos Tiempo de Gracia De los Muertos segundos frutos De los Vivos las Primicias sellamiento Juicio de los Vivos Cierre de Gracia Después de 40 Días. En el Pentecostés, cincuenta días después de haber ofrendado la gavilla, el tipo, todo Israel debía ofrendar "Nuevo presente a Jehová... [dos panes para ofrenda mecida, cocidos con levadura"] por primicias a Jehová. Lev.23:16,17.
Tanto las Gavillas Mecidas como los panes mecidos eran ofrendas de agradecimiento por los primeros frutos. Uno era dedicado al comienzo de la siega y el otro al terminar la misma. En contraste con las gavillas mecidas de los granos recogidos tadavía en el tallo, (frescos) que prefiguraban frutos que iban a ser recogidos después que las gavillas habían sido ofrendadas, los panes mecidos, un producto ya completado, significaba frutos ya recogidos.
Veremos que el mandamiento que ordena la observancia del Sábado, el séptimo día de la semana (favor de referirse a la ilustración gráfica ya mencionada), tanto como la ordenanza en relación a la observación de las fiestas ceremoniales anuales, fueron registradas en el capítulo veinte y tres de Levíticos, verso 3. Por lo tanto debemos tener cuidado de no confundir una verdad con la otra.
Las gavillas mecidas debían ser ofrecidas "el día siguiente al Sábado"- esto es, el primer día de la semana, conocido hoy comunmente como Domingo. Esta ofrenda debía ser presentada, no en un día especial del més, sino en un día especial de la semana, antes de haber cortado el grano y haberlo juntado en manojos. (Lev.23:11,14). La semana.
Pascual que se celebraba precisamente en la temporada de las primicias era el período en el cual se ofrecía, usualmente, las gavillas mecidas delante del Señor, proyectaba en su ritual profético a Cristo, El Antitipo de las Gavillas Mecidas.
Por más de mil años la fiesta anual de las gavillas mecidas señalaba a su evento antitípico futuro, la resurrección de Cristo. Y el hecho de que Cristo resucitó en el mismo día siguiente al Sábado, no debe atribuirse a mera coincidencia o a ninguna otra causa ajena al designio Divino. "El fue el antitipo de las gavillas mecidas," declara el Espíritu de Profecía, "y su resurrección tomó lugar el mismo día en que esa gavilla era presentada delante del Señor."-Deseado de Todas Las Gentes, p.729.
Así Cristo, las primicias, y aquellos quienes se levantaron de la tumba con El, cuando El resucitó, siendo levantados para vida eterna, fueron el antitipo de las gavillas mecidas (agitadas) de los muertos. Y por cuanto las gavillas mecidas de grano (frescas, las primeras espigas de grano maduro, antes de haberse puesto la hoz a la mies), señalaban hacia adelante, a la recolección de los primeras frutos del campo, también aquellos que resucitaron con Cristo, siendo las primicias de los muertos, señalaban hacia adelante, a la recolección de las primicias del Evangelio -- los 120 discípulos. Pero como aquellos que se levantaron con Cristo ascendieron con El como trofeos de Su victoria sobre la muerte y la tumba, ellos a su vez vienen a ser un tipo viviente, y de esa forma.
Las Gavillas Mecidas de Los Vivos.
Igual como Cristo se levantó en el mismo día en que las gavillas eran ofrendadas, el Espíritu Santo, de la misma manera descendió sobre los 120 discípulos en el mismo día en que los panes mecidos eran presentados delante del Señor. El Pentecostés Apostólico fue, por consiguiente el prototipo de el Pentecostés ceremonial (el día en que se ofrendaban los panes mecidos). Y por cuanto las gavillas mecidas eran figura de Cristo y aquellos que resucitaron con El como los primeros de las primicias de los muertos, entonces los panes mecidos fueron una figura de los 120 discípulos llenos del Espirítu Santo quienes fueron el complemento completo de los primeros frutos de los muertos y que fueron juntados después de la resurrección.
De estos hechos podemos ver más claramente que aquellos que Cristo tomó con El fueron las gavillas mecidas vivientes y las únicas que han sido ofrendadas en el santuario celestial; y que como resucitados de entre los muertos, son las primicias de los muertos, mientras que como vivientes perpetuamente delante del Padre, son las gavillas mecidas vivientes de las primicias de los vivos, los 144,000 siervos de Dios, quienes consecuentemente preceden.
Los Segundos Frutos y La Fiesta de los Tabernáculos. Siendo los 120 discípulos en el día de Pentecostés, las primicias del evangelio de entre los muertos, por consiguiente la gran multitud añadida diariamente a la iglesia de allí en adelante, fueron naturalmente los segundos frutos del evangelio de entre los muertos.
"Empero a los quince del mes séptimo, cuando hubieres allegado el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días," dice el registro Levítico de los mandamientos del Señor en relación a los ritos de la siega,...y tomaréis el primer día gajos con fruto de árbol hermoso, ramas de palmas, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos; y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días... En cabañas habitaréis siete días, todo natural de Israel habitará en cabañas." Lev.23:39,40,42.
Como las gavillas mecidas y los panes mecidos son típos (representativos), entonces la fiesta de los Tabernáculos debe ser también representativa (tipo). De otra manera la ceremonia no hubiese sido observada como parte del rito de la siega. Y así como en el tipo la fiesta debía ser celebrada al concluir la recolección final de la siega anual, entonces para corresponder con el antitipo también esta debe celebrarse al cierre de la recolección final de la siega terrenal, la cual se está acercando a su cumplimiento. Así que el tiempo que se tomaba en producir y ofrendar las gavillas mecidas y los panes mecidos, y también en observar la fiesta de los Tabernáculos es representativo de todo el tiempo de la siega espiritual de los vivos y de los muertos. Tomando en consideración este hecho el Espíritu de Profecía dice: "La fiesta de los tabernáculos no era solo conmemorativa, sino representativa (tipo).. celebraba la recolección de los frutos de la tierra, y señalaba el gran día de la cosecha final, cuando el Señor de la siega ha de enviar a Sus segadores a juntar la cizaña en manojos para el fuego, y juntar el trigo en Su granero. Entonces los impíos serán destruídos. "Patriarcas y Profetas, p,583.
Claramente entonces, por cuanto los primeros y segundos frutos de la siega literal y sus ritos concurrentes prefiguraban una siega espiritual de primeros y segundos frutos los mismos han de ser culminados con la antitípica fiesta de los tabernáculos.
"Yo ví los santos," dice la siega del Señor al describir esta celebración, abandonando las ciudades y villas, y agrupándose en compañias, viviendo en los más solitarios lugares. Los ángeles les proveían agua y alimentos, mientras que los impíos padecían hambre y sed."-P.E.p,282.
De esta forma el Israel antiguo, habitando en cabañas, tipifica el Israel moderno, eventualmente, habitando en los bosques. Irrefutablemente, por lo tanto, la siega de Mateo 13 precede el fin del tiempo de gracia, y es el tiempo de juntar los primeros y segundos frutos--los 144,000 y "la gran multitud."--Todos los santos que han de ser trasladados.
Tal como la luz que apunta a este punto revela claramente que el Pentecostés después de la resurreción fue para la cosecha de aquellos que habrían de morir,
--82-- correspondientemente debe haber un Pentecostés para la cosecha de aquellos que han de ser trasladados. Y por la misma lógica, las gavillas mecidas y los panes mecidos deben tener también una aplicación doble, para los muertos como para los vivos, comprendiendo ambos el total de frutos de la siega espiritual antitípica.
El Pentecostés de la era Apostólica, en el poder proporcionado para la recolección de los segundos frutos hasta el comienzo del juicio de aquellos que al presente han muerto, prefigura el Pentecostés final, el cual está todavía en el futuro y que ha de proporcionar poder para juntar los segundos frutos de los vivos, aquellos que no verán la muerte. En otras palabras, aquellos que murieron previo al Pentecostés final han de ser juzgados mediante la verdad, la luz reflejada a través del poder del Pentecostés del tiempo Apostólico.
(Desde Su bautismo, hasta su ascención, Cristo enseño ampliamente, la verdad que había de preparar a aquellos que la aceptaran, para que pudieran impartirla. Y en el día de Pentecostés, el les habilitó con Su Espíritu para que la proclamaran con poder.)
Concerniente al juicio, la siega, la sierva del Señor declara: "Entonces ví el tercer ángel. Mi ángel acompañante dijo; Temerosa es su obra. Terrible es su misión. El es el ángel que ha de separar el trigo de la cizaña, y sellar, o atar, el trigo para el granero celestial. "Primeros Escritos, p.118.
"Ahora pues, no os burléis, porque no se aprieten más vuestras ataduras; porque consumación y acabamiento sobre toda la tierra he oído del Señor Jehová de los ejércitos. Estad atentos, y oíd mi voz; estad atentos, y oíd mi dicho." Isa.28:22,23.
Y ahora que aquellos que honestamente desean escuchar y obedecer la voz de la Verdad han tenido la oportunidad de comprender con la mayor claridad posible los varios aspectos del tópico del juicio, la siega, son traídos aquí a un enfoque consolidado:
El lector ha de acordarse que aquellos que fueron resucítados con Cristo en el día 18 del primero mes (favor referirse al cuadro de la página 55), fueron inmortalizados y recibidos en el cielo como la gavilla antitípica, indicando a la cosecha de frutos que no mueren. Su resurreción de entre los muertos significaba el comienzo de la cosecha de las primicias de los 120 discípulos que habrían de morir y ser resucitados. El hecho de que los seguidores de Cristo no estaban unanimes antes de la resurreción es testimonio muy positivo que las primicias (los 120) de aquellos que dormían no maduraron (completamente convertidos) hasta después de la resurrección.
Los 40 días de la presencia personal de Cristo sobre la tierra después de Su resurrección fué el tiempo en el cual los primeros frutos (primicias) fueron juntados, ya que después de Su ascención los Cristianos se encerraron en el aposento alto y no salieron a predicar la verdad hasta el día del Pentecostés. Los 120, que recibieron el poder del Espíritu Santo el mismo día en que los panes mecídos eran ofrecidos, fueron, por lo tanto, antitipos de los panes mecidos, señalando la terminación de la siega de las primicias. Subsecuentemente vinieron los segundos frutos de los muertos, en el período de los cuales la cizaña crecían junto con el trigo.
Maravillosa es sin duda la forma en la cual Dios ha obrado el plan de salvación y como lo ha revelado paso a paso según ha sido necesario. Cuando en 1844 comenzó el juicio investigador de los muertos y se comenzó a juntar las primicias de los vivos, el Señor no dejó a Su pueblo en obscuridad concerniente a estos eventos. La primera visión que recibió la Señora White en 1844 fue acerca de las primicias, los 144,000, los "siervos de nuestro Dios" que nunca han de conocer la muerte. (Vea Primeros Escritos,pg.13-16).
Así como Cristo y aquellos que El resucitó y llevó con El vinieron a ser las gavillas prototípicas, indicando la recolección de las primicias (los 120) de aquellos que han de ser resucitados, de la misma manera cuando El comenzó su ministerio sacerdotal en el primer departamento del santuario celestial, y se presentó a sí mismo y Sus trofeos ante Su Padre, ellos vinieron a ser antitipo de las gavillas, como indicio de la recoleción de las primicias de aquellos que han de ser trasladados (los 144,000 santos viventes). A la luz de éste paralelo, la condición espiritual de los 120 antes del Pentecostés apostólico es claramente vista como tipo de la condición espiritual de los 144,000 antes del Pentecostés del tiempo del fin.
Los 40 días (Hechos 1:3,9) de la resurreción a la ascención son por consiguiente tipo del período de 1844 hasta que se complete el sellamiento y matanza registrado en Ezequiel 9 y Apocalipsis 7:3-8;14. Respectivamente, y en Testimonios para los Ministros, p.445; Joyas de los Testimonios, tomo1,p.335,336; y Primeros Escritos, p.270-273.
Después que las primicias son sellados y la cizañas removidas de su medio, libres entonces de la influencia del mundo, tal como estaban los 120 en el día de Pentecostés, recibirán el "derramamiento del Espirítu Santo en una medida mayor, como lo demanda el aumento de impiedad por un llamado de arrepentimiento más determinado." Testimonios, Vol 7,p.33 (Inglés).
Las primicias de los muertos (120) siendo una compañía numerada, y los segundos frutos de los muertos (las multitudes que se han juntado después del Pentecostés) una compañía innumerable, así, por consiguiente, debe ser con los primeros y segundos frutos de los vivientes. De aquí el sellamiento de los 144,000 primicias; y además, dice Juan, " Después de estas cosas miré, y he aquí una grán compañia, la cual ninguno podía contar, de todas las gentes y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y palmas en sus manos. Y todos los ángeles estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro seres vivientes." Apoc.7:9,11.
Noten cuidadosamente que esta gran multitud estaba delante del trono, no físicamente, sino figurativamente, como vemos en Primeros Escritos, P.55, y como deja de manifesto el doble hecho de que (1) los ángeles "estaban alrededor del trono, y de los ancianos y los cuatro seres vivientes," mostrando que la gran multitud estaba fuera del círculo angelical; y además (2) la presencia de los ángeles, los ancianos, y los cuatro seres vivientes alrededor del trono muestra que el juicio (Apoc.4:2-6) todavía estaba en sesión, y que por lo tanto la gracia no había terminado.
Las palmas en las manos de la gran multitud (Apoc.7:9,11), y las "palmas de la victoria" puestas "en todas las manos" de " la innumerable hueste de los redimidos" (C.S.p, 704), indican dos eventos completamente diferentes: Porque en el último reciben las " palmas de la victoria y [un] arpa brillante," mientras que en el primero no tiene arpas sino palmas solamente. Claramente, entonces, mientras las arpas y las palmas de los huestes de los redimidos en el cielo son galardones actuales de victoria, las palmas de la gran multitud en la tierra son palmas de victoria figurativas.
Vemos ahora que a través del testimonio de los profetas, mediante parábolas, y los tipos ceremoniales, Dios ha labrado el hecho estructuralmente imponente de que (1) el juicio es la siega,- la separación de la cizaña del trigo-- el fin del mundo; y (2) el juicio, la siega, cubre dos fases, dos períodos: el primero para los muertos y el último para los vivos; y además (3) que uno toma lugar conforme a los registros en los libros del santuario celestial, mientras que el otro toma lugar simultáneamente en la iglesia, en la tierra, y en los libros en el cielo; y finalmente que (4) el hecho mismo de que el tema está siendo revelado al presente en toda su plenitud da testimonio que estamos justo al borde de pasar de la primera a la última fase y período y que estamos viviendo, por lo tanto, en los últimos días de la historia de este mundo.
Esta visión cuadruple del juicio, la siega, exalta de esta forma la verdad que contiene como una perla de gran precio, y revela que las profundidades de la Palabra de Dios son inmensurables: Su sabiduría inescrutable e infinita -- sin principio ni fin; Su caudal de conocimiento una fuente perpetua de verdad: Su presencia sempiterna; y Su belleza inefable!
Habiendo sido fortalecido el lector para asirse firmemente a esta verdad tan importante y fundamental, así como a todo el resto de la verdad, le instamos a seguir el método Divino (La Inspiración) al estudiar las escrituras, y evitar mediante esa práctica.
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