23/01/2012

INTRODUCCIÓN A LA BÍBLIA

Puede parecer extraño que esta asignatura, "Introducción a la Biblia", que se supone que tratará sobre la "Palabra de Dios", el "misterio de la palabra divina", empieza hablando del hombre, y no de Dios. Esta forma de empezar obedece a dos razones:

1. COMO EXIGENCIA PARA HABLAR DE DIOS EN LA CULTURA ACTUAL
Desde la Ilustración, gran parte del pensamiento contemporáneo ha descartado la posibilidad de que pueda darse una "revelación", es decir, una comunicación de Dios al hombre. Esta idea prevalece en ciertas CORRIENTES DEL PENSAMIENTO MODERNO, que nos están pidiendo algunas TAREAS POR NUESTRA PARTE. Estas "tareas" no forman parte del contenido de nuestra asignatura (aunque las tendremos en cuenta), sino que se encuadran más bien en los cometidos de la "Teología Fundamental" o la "Filosofía de la Religión".

CORRIENTES DEL PENSAMIENTO MODERNO SERÁ TAREA NUESTRA...
El ateísmo contemporáneo considera que Dios es una amenaza para la libertad y la dignidad humanas. Si Dios habla, entonces al hombre no le queda más posibilidad de aceptar rendidamente lo que Dios le dice, y de esta forma desaparece su capacidad de decidir por él mismo (libertad), o de ir conquistando el mundo con la ciencia y la técnica (conocimiento). Hay que "matar a Dios", es decir, hay que suprimir de la cultura y de la conciencia de los seres humanos la idea misma de Dios, para que pueda nacer el "hombre nuevo", el hombre libre de verdad, dueño de su destino. ... mostrar que el hombre no tiene nada que temer de Dios; que Dios, lejos de suprimir la libertad y la dignidad humanas, las potencia.
Los pensadores llamados "deístas" ciertamente admiten a Dios, pero un Dios lejano, que ha creado el mundo, pero que después se ha desentendido de él. Admitir la idea de un Dios que se comunica con el hombre es ceder a ideas del pasado, propias de etapas pre-científicas de la historia humana. ... mostrar que la idea de un Dios que entra en comunicación con la humanidad no forma parte de concepciones míticas de Dios, sino que obedece a una exigencia propia de la naturaleza del ser humano, un ser que está radicalmente abierto a la comunicación.

2. COMO EXIGENCIA PROPIA DE LA PALABRA DE DIOS
Los cristianos llamamos "Palabra de Dios" no a un libro, sino a una palabra viva, una Persona, que es Cristo. El prólogo del evangelio de san Juan llama a Cristo "Palabra" (cf. Jn 1,1-18). Y esta Palabra, que es Cristo, se ha hecho hombre, y como hombre le ha hablado al ser humano. Desde el momento en que Cristo se ha hecho hombre, "el hombre es el camino de la Iglesia" (Juan Pablo II). Es decir, para entender a Dios, hay que entender al hombre.

Esta Palabra viva nos llega a través de la Escritura, de la Biblia, en la que "Dios habla por medio de hombres y en lenguaje humano" (Dei Verbum 12). Por tanto, es necesario conocer al ser humano y cómo es la palabra humana, para poder entender la palabra divina.

2. El hombre, un ser que habla

1. Un "animal que habla"
Todos los seres tienen una comunicación con el medio ambiente que les rodea. Los animales emiten sonidos, a veces relacionados con sus necesidades naturales. Pero sólo el lenguaje humano tiene unas características propias que lo distinguen de los "lenguajes" no humanos.

Si Dios habla, suponiendo que Dios hablara y entrara en comunicación con el hombre, tendría que respetar esas características propias del lenguaje humano. Es más, deberíamos suponer que el hombre es así y habla así porque Dios lo ha hecho así. Sería un absurdo pensar que Dios hace al hombre así, le da al lenguaje humano unas propiedades, y luego cuando se comunica con el ser humano, no respetara esas propiedades.

CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE HUMANO SI DIOS HABLA, DEBE HACERLO...
Es capaz de comunicar no sólo necesidades naturales animales, como "tengo hambre", "tengo sed", sino sobre todo de expresar el rico universo simbólico que el ser humano tiene dentro de sí.

Las cosas, las personas, los lugares que le rodean, tienen para cada ser humano un valor significativo más allá de lo que esas cosas son. El hombre descubre y va creando todo un mundo a su alrededor. Un árbol puede ser para alguien algo más que un vegetal, si fue allí donde se le declaró a su novia. Para el hombre de Altamira, los salientes de la cueva le recordaban los bisontes que había cazado. Las estrellas son algo más que luces en el cielo.

... respetando esa capacidad que tiene el lenguaje humano de expresar el universo simbólico que tiene el ser humano.
Es capaz de comunicar sobre todo la propia interioridad del hombre. A no ser que esté comunicando verdades universales, como teoremas matemáticos, o el pronóstico del tiempo, el ser humano con cada palabra que dice está diciendo algo de él mismo.

Cada persona es un misterio (¡y nos sorprende el misterio de Dios!), que nunca llegaremos a conocer del todo. Llevamos años conviviendo con una persona, y nunca la conocemos del todo. Incluso nosotros mismos somos un misterio para nosotros mismos: nunca llegamos a conocernos del todo. Por eso, la persona humana está abierta siempre a la sorpresa, a la novedad.

Ese misterio que somos cada uno de nosotros sólo se manifiesta a quien libremente se quiere manifestar. No se puede forzar. La persona humana es totalmente inviolable. Se pueden registrar los archivos, se puede requisar el disco duro de un ordenador, pero nunca se puede llegar hasta el fondo de la conciencia de un ser humano. Sólo mediante la comunicación libre de su persona el hombre puede comunicar lo que él es.

...para comunicar no sólo "ideas", sino sobre todo algo de él mismo, de Dios mismo. Y si Dios quiere comunicar algo de sí mismo, deberá hacerlo de modo libre, sin que nadie le obligue, y comunicarse a otro ser también libre, que es el hombre, respetando también su libertad.
Tiene un CARÁCTER DIALOGAL, de encuentro entre dos personas, entre dos seres libres. Por tanto, necesariamente uno habla y otro escucha, y a continuación el primero escucha y el segundo habla.
El "monólogo" no es humano; sólo el diálogo es verdaderamente humano.
... respetando el carácter dialogal de la comunicación humana. Es decir, que Dios y el hombre tendrán que hablarse el uno al otro, y tendrán que escucharse el uno al otro.

2. LAS TRES FUNCIONES DEL LENGUAJE HUMANO

Los lingüistas contemporáneos han mostrado que el lenguaje humano responde a tres funciones principales, que nosotros podemos llamar informativa, expresiva y comunicativa. Si Dios habla al hombre a través de hombres y en lenguaje humano, lo hará haciendo uso de esas funciones del lenguaje.

Tendremos que estar atentos a descubrir qué función lingüística predomina en cada momento, porque de otra forma estaremos corriendo el riesgo de no entender el mensaje que se quiere transmitir. Hay ocasiones, por ejemplo, en que la Biblia únicamente pretende expresar sentimientos, cuando se ha pensado que transmitía información.

CARACTERÍSTICAS SE ENCUENTRA SOBRE TODO EN... EN LA BIBLIA SE ENCUENTRA CUANDO... FUNCIÓN INFORMATIVA
Es la capacidad del lenguaje humano de expresar conceptos objetivos, como en las ciencias naturales.
Cada palabra tiene un sentido exacto que todos entienden de la misma forma, independientemente de quien lo diga.
Las ciencias, aunque también en la didáctica y en la historiografía ... se nos comunica alguna "información" sobre hechos, personas, lugares, etc.
FUNCIÓN EXPRESIVA
Además de informar, expresamos también nuestra interioridad, nuestro mundo más íntimo.
Así, comunicamos no "cosas", sino "nuestra propia persona". Aquí la palabra se hacer "revelación de la propia persona", "autorrevelación", testimonio de sí.
Las memorias, las "confesiones", la lírica. ... se expresan sentimientos, tanto del hombre como de Dios.
FUNCIÓN COMUNICATIVA
Además de comunicar "cosas", o "nuestra interioridad", el lenguaje tiene también posibilidad de provocar una respuesta en el oyente.
Nos dirigimos a la otra persona para convencerle (argumentos), para persuadirle (valores), o para simpatizar con él (afectos).

La propaganda, el discurso político, el género judicial, la "educación en valores" ... se invita al lector a tomar una posición a favor del mensaje que se anuncia.

3. El hombre, un ser que actúa

1. EL ACTUAR HUMANO HACE DEL HOMBRE UN "ANIMAL HISTÓRICO" Y UN "ANIMAL BIOGRÁFICO"
LOS ACTOS NACEN DE... COMO CONSECUENCIA... COMO CONSECUENCIA...
EN UN "ANIMAL NO HUMANO" Sus instintos. En los animales todo su comportamiento está determinado en su código genético.
Son seres programados. No son libres.
Su futuro es un futuro cerrado: siempre será igual.
No tienen "historia", ni "cultura".
Su vida es simple biología.

EN UN "ANIMAL HUMANO" Aunque el comportamiento humano esté condicionado por su matriz biológica (instintos), los actos humanos nacen de su conciencia libre, y llevan la marca de esa interioridad del hombre.
No somos seres "programados", sino libres.
Nuestro futuro es un futuro totalmente abierto a muchas posibilidades.
Tenemos "historia", "cultura".
La vida humana es sobre todo biografía.

2. UN "ANIMAL HISTÓRICO"
El ser humano no está determinado sólo por su biología sino también por su cultura. "Yo soy yo y mis circunstancias", decía Ortega y Gasset. La cultura humana es sobre todo una cultura histórica, propia de la época histórica en la que vive.

Hay algo en la naturaleza humana que permanece idéntica a lo largo de los siglos y en todos los seres humanos. Pero nuestra forma de ser personas y de realizarnos en la vida está profundamente condicionado por el momento histórico en que vivimos.

Esta cultura histórica está dando forma:

A nuestras inquietudes. Una vaca de la realidad castellano-manchega de hoy día tendrá las mismas inquietudes "animales" de otra vaca nacida en el Egipto de los faraones. Sin embargo, una persona nacida aquí y ahora será totalmente distinta de otra nacida hace 5.000 años.

A nuestra forma de conocer la realidad. Cada cultura tiene su propia forma de percibir el mundo, la sociedad. No se puede pretender que un babilonio del siglo VI antes de Cristo explique el origen del universo con la hipótesis del "Big Bang". En cada época el ser humano conoce lo que puede conocer teniendo en cuenta la época histórica.

A nuestra forma de apreciar los valores éticos. Hacer sufrir a un animal, o matar a un inocente, siempre será rechazable éticamente. Hay cosas, valores éticos, que serán idénticos en todos los lugares y en todas las épocas; cosas que dignifican a la humanidad, y cosas que repugnan a la humanidad. Pero siendo idénticos los valores éticos, cada época histórica tiene una forma distinta de percibirlos. No se percibe igual la idea de libertad política en la sociedad actual que en la España de Carlos I. La humanidad ha ido poco a poco descubriendo esos valores y sacando sus consecuencias.

3. UN "ANIMAL BIOGRÁFICO"
Cada individuo humano tiene su propia biografía. Es lo que cada uno de nosotros somos como fruto de lo que hemos recibido (caracteres biológicos, familia, circunstancia histórica, etc.) y de lo que libremente hemos ido haciendo en nuestra vida, aciertos y errores.

Por eso cada vida humana es única e irrepetible. Por eso cada vida es una aventura personal, única. Vivir es el primer deber personal que yo tengo, y que no le puedo dejar a nadie para que lo haga por mí.

4. EL HOMBRE SE COMUNICA TAMBIÉN POR LO QUE HACE
Siendo el actuar del hombre algo tan personal, que nace de su propia interioridad, necesariamente el hombre comunica esta interioridad suya en cada cosa que hace.

Por eso el ser humano se comunica no sólo por lo que dice (palabras), sino también por lo que hace (obras).

5. DIOS RESPETA LA DIMENSIÓN HISTÓRICA Y BIOGRÁFICA DEL SER HUMANO
Si Dios habla, si Dios hablara, si Dios habla "a través de hombres y en lenguaje humano", necesariamente tendrá que respetar la dimensión histórica y biográfica del ser humano.

Este respeto de Dios por la dimensión histórica y biográfica del ser humano se ha manifestado en:

La historia de la salvación. En la Biblia no encontramos primeramente un cuerpo de "doctrinas", "enseñanzas", sino una "historia de salvación". La salvación de Dios nos llega en esa historia. La historia humana no es el resultado únicamente de lo que los hombres hemos hecho, sino que en ella Dios ha dejado su huella. Y en esa historia Dios ha hablado, acomodándose a la forma de ser, de decir las cosas y de apreciar los valores de los hombres de cada tiempo.

Jesús de Nazaret. Dios se hace hombre, y nace en un tiempo determinado, en una nación determinada, y tiene una vida concreta. No es un "extraterrestre", ni un ser que vive en las nubes. Él mismo es en persona la Palabra de Dios hecha hombre. Una Palabra eterna, que "estaba junto a Dios" (cf. Jn 1,1), pero que ha tomado una biografía.

4. Dios habla por "obras y palabras"
Siendo el hombre un "ser que habla" y un "ser que actúa", y siendo también un ser que se comunica tanto por sus palabras como por sus obras, si Dios habla, si Dios hablara al hombre, si Dios habla en lenguaje humano, tendrá que hacerlo con "obras y palabras".

Conclusion:
Este plan de salvación se realiza con hechos y palabras intrínsecamente conexos entre sí, de forma que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestas y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas

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