04/04/2012

Paz con los enemigos


Y el Espíritu vino sobre Amasay, jefe de los treinta, y éste exclamó:
«¡Somos tuyos, David!
¡Estamos contigo, hijo de Isaí!
¡Tres veces deseamos la paz
a ti y a quien te brinde su ayuda!
¡Y quien te ayuda es tu Dios!»

David los recibió y los puso entre los jefes de la tropa.

1 Crónicas 12:18


Andar en los caminos de Dios y contar con la bendición de la presencia de su Espíritu Santo en nuestras vidas es una cosa verdaderamente maravillosa y especial. Hasta nuestros enemigos deponen sus armas, se pasan a nuestro bando, nos desean la paz, salen a liderar la defensa de nuestra causa y nos bendicen. Ésto sólo es posible por la acción sobrenatural del Espíritu de Dios.

Lo que el futuro Rey David recibió el día que todos estos valiosos guerreros se unieron a su bando a pesar de que en ese momento David estaba siendo perseguido implacablemente por la autoridad establecida, el Rey Saúl, sólo podía venir de Dios, el que es dueño de los imposibles.

Si el Espíritu Santo de Dios mora en ti, maravillas más grandes que estas verás ocurrir en tu vida.

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