Así continuaron las cosas durante 4.000 años, y entonces vino Jesucristo, de carne y en carne, hecho de mujer, hecho bajo la ley; nacido del Espíritu, pero en carne. Y ¿qué carne pudo tomar, si no es la carne que había en aquel tiempo? No sólo eso, sino que fue la carne que Él mismo dispuso que había de tomar; porque podéis ver que se trataba de auxiliar al hombre en la dificultad en la que éste había caído, y el hombre es un agente moral libre. La obra de Cristo ha de ser, no la de destruirlo, no la de crear una nueva raza, sino re-crear al hombre, restaurar en él la imagen de Dios. "Vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios experimentase la muerte en provecho de todos" (Heb. 2:9).
20/12/2008
EL PECADO DE ADÁN, UN TIPO...
Así continuaron las cosas durante 4.000 años, y entonces vino Jesucristo, de carne y en carne, hecho de mujer, hecho bajo la ley; nacido del Espíritu, pero en carne. Y ¿qué carne pudo tomar, si no es la carne que había en aquel tiempo? No sólo eso, sino que fue la carne que Él mismo dispuso que había de tomar; porque podéis ver que se trataba de auxiliar al hombre en la dificultad en la que éste había caído, y el hombre es un agente moral libre. La obra de Cristo ha de ser, no la de destruirlo, no la de crear una nueva raza, sino re-crear al hombre, restaurar en él la imagen de Dios. "Vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios experimentase la muerte en provecho de todos" (Heb. 2:9).
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